Mario César Otálvaro

Mario César Otálvaro
@macotal
Insólito derroche de Once Caldas que al terminar la fecha 10 - mitad de torneo - era cuarto con 19 puntos, y cumplidas 15 jornadas apenas acumula 21, es decir, ha hecho dos de los últimos 15, y está en la cuerda floja de cara a la clasificación.
Un bajonazo inexplicable, y desconcertante, así la nómina competitivamente no sea la mejor, pues corresponde a los parámetros fijados por el técnico Corredor, que en un principio alertaron por lo positivo de una gestión que se veía sólida y convincente.
Todo lo pregonado respecto a la nueva idea, basada en posesión de pelota, agresividad en marca, amplitud de terreno, inicio de juego desde la primera línea, y carácter, se vinieron a menos, y el Once Caldas divaga ahora entre la confusión y su incapacidad goleadora.
Es un hecho, equipo sin punch, sin rematadores, "trotones" como Del Valle, ineficaces como Valdes, e inoperantes como Barbaro, sin un creativo porque el ensayo con Piedrahíta –o con Rodríguez– no funciona, y por ende, sin peso atacante, ni profundidad.
Error de ensamble, cuando lo que se requería era un artillero se trajo un defensor –Camilo Mancilla– apostándole a delanteros con nombre sin presente, repitiendo historias recientes, caso clínico de un mandato dirigencial con estruendosos fracasos en materia de refuerzos.
De impulsos también, pues con Diego Corredor se vivió lo mismo que con Flabio Torres y Hubert Bodhert, extendiendo su contrato por dos o tres buenas acciones comenzando la liga, sin entender que a los entrenadores se les mide por campaña.
Sin descalificar a Corredor, una interesante opción de la estrategia nacional, aun sin grandes resultados, y a quien una eliminación –está dentro de las posibilidades por la tendencia actual– lo puede dejar mal parado como responsable directo de tamaño despilfarro.
Hay tiempo de recomponer, encontrando soluciones, no en la individualidad de su tren ofensivo que es débil, sí retomando el colectivo como esencia, bajo un patrón táctico definido, con disciplina, entrega, y una sabia escogencia de los titulares.
Demasiados cambios en cada partido, exceptuando al portero, los dos centrales y Danovi Quiñones, dejando la sensación de no contar con un plantel base, o simplemente como corolario al deseo de tener toda la nómina en actividad.
Igualmente deben apartarse tantas preocupaciones por los desplazamientos, por el tiempo de recuperación, o por el software que advierte sobre futuras lesiones, y enfocar esfuerzos en el desarrollo de la propuesta con una adecuada sincronización de sus unidades.
La clasificación depende de Once Caldas, es innegable que algunos triunfos estuvieron precedidos de suerte, y más que hablar de proceso, que pareciera ilógico cuando van ocho meses de trabajo continuo, vale la pena enfocarse en la cruda realidad del desplome.
Ante Jaguares, un rival limitado, al que había que arrollar por las necesidades, se vio un Once Caldas enredado, impreciso, y lo más preocupante, dando ventajas atrás en donde tiene una de sus fortalezas, que ciertamente difieren mucho del poder anotador.
Claro que se puede, por difícil que sea el calendario, pero saliendo del marasmo, ese mismo en el que se enconchó el grupo desde hace siete jornadas cuando no gana, para que no se vuelva costumbre estar perdiendo, y buscándole excusas a las derrotas.
Hasta la próxima...
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015