Mario César Otálvaro

LA PATRIA | Bogotá

Envalentonado y sin margen de error porque su posibilidad es remota al estar sujeto a tres victorias en los tres juegos que le restan de la Liga -además de otras variables- se presentará América esta noche en el Palogrande.

En manos de un portugués, Pedro Felicio Santos, entrenador graduado por la UEFA, un tanto desconocido y con recorrido por las divisiones menores del Real Sporte Clube de su país, la selección de China y la sub-17 de Millonarios.

Con un plantel que comprometió su andar al perder de forma consecutiva contra Pasto, Envigado y Huila, lo que supuso bandazos en la dirección técnica, y cuestionado en ocasiones por falta de calidad y compromiso.

Para el Once Caldas la opción es superior porque los 3 puntos lo pondrán prácticamente adentro con 29 unidades y una diferencia amplia, en un campeonato a las carreras todavía con programación pendiente.

Igual que contra Patriotas -o inclusive más- duelo por la clasificación, con el agregado de que con un triunfo la alcanzaría por anticipado, lo que haría aún más impactante y ganador el proceso Bodhert.

Un proyecto creado para salvar la categoría, hoy a las puertas de un suceso que no se dio en los últimos cuatro semestres, argumentado en una propuesta de juego, ambición, entrega en el campo y adecuada preparación física.

Porque valga reconocer el acondicionamiento en ese sentido, en un campeonato sin descanso, que rompe piernas, en el que cada tres días hay actividad y solo se trabaja recuperación porque es poco el tiempo para lo táctico.

El Once Caldas es un equipo que presiona, con rápido desdoblamiento, de desgaste, y se ha visto bien, corriendo, independiente de algunas debilidades ya comentadas que se resolverán de otra manera y que no vienen al caso.

Pinta como partido abierto, de suyo ofensivo, en el que ambos saldrán a buscar el resultado favoreciendo el espectáculo, y en el que habrá espacios, como los hubo en recientes jornadas contra Santa fe y Nacional.

Bonito choque que invita a un acompañamiento masivo, que puede ser determinante y válido frente a las circunstancias, tanto que Bodhert lo calificó como el juego más importante desde que está al frente del grupo.

Se atrevió a señalarlo como el comienzo de un nuevo objetivo, indicando que un éxito ante América le abrirá puertas para tratar de meterse como cabeza en los cuartos de final, tarea que nadie le está pidiendo.

Por supuesto los propósitos hay que trazarlos paso a paso, pero sin duda, un mensaje de confianza, optimismo y esperanza que es necesario interpretar, pero que a las claras ratifica que la campaña está por encima de lo presupuestado.

Día de fútbol, y de clásico, hora de encontrarnos en el Palogrande, con el convencimiento de que una campaña respetable y respetuosa como la que está cumpliendo el Once Caldas incita a decisiones maduras.

Que les corresponderán al técnico suministrando nombres para el cubrimiento de sus debilidades, al encargado de las contrataciones aportando soluciones, y a los inversionistas como inyectores económicos.

Hasta la próxima…

macotal@yahoo.com

Twitter: @macotal