Para sanar una sociedad polarizada y herida históricamente debemos poner foco en dos elementos primordiales de la conducta humana. Primero, el manejo de las emociones es fundamental. Que los colombianos y colombianas tengamos un manejo de las emociones mucho más cuidadoso y constructivo refleja un deseo genuino de construir fraternidad. El segundo elemento son los prejuicios que también en muchas oportunidades nos separan y generan brechas que se vuelven aún insalvables. Para desactivar la capacidad tóxica de los prejuicios, debemos dejarlos al descubierto y para ello es básico que tomemos conciencia de los mismos. Finalmente, debemos asegurarnos de desintoxicar la información.
Tanto el aprender a manejar las emociones, como a desnudar los prejuicios, requieren de una educación desde lo humano. Se trata de construirnos como buenos seres humanos, tolerantes, como individuos que reconocen y aceptan la diferencia de otras personas. Igualmente, hay que ser conscientes de las deudas históricas y buscar fundamentalmente la generación de dinámicas virtuosas constructivas en las relaciones sociales.
Estamos llenos de ejemplos de cómo dejar esas emociones sin formación y dejar esos prejuicios desbocados que generan una contraposición y unas dinámicas perversas en nuestra sociedad. ¿Cómo podríamos levantar la mirada y ver el futuro con esperanza? Seguramente ello será posible si desarmamos los espíritus, si podemos volver a mirar a los ojos a los que consideramos contrarios, o diferentes, o aún enemigos, o peligrosos. En el fondo tenemos que generar dinámicas que nos permitan volver a confiar, y confiar más allá de las relaciones interpersonales concretas, volver a confiar en nuestra posibilidad de construirnos como seres humanos respetuosos y corresponsables unos de otros.
Haciendo eco a las reflexiones de Martha Nussbaum, la filósofa nos enseña que, en la formación de las emociones, los seres humanos vamos más allá de nuestra fuerza biológica y que no siempre hay que ser esclavo de nuestras pasiones. Por el contrario, las emociones se pueden educar o reeducar a través de procesos como las experiencias culturales que ofrece la literatura o el arte, de nuestras creencias y en general, apoyándose en cualquier recurso que nos ayude a sanar los malestares del alma y enfrentar los problemas existenciales producidos por nuestra historia individual o por la vida en sociedad. Estos procesos de crecimiento nos ayudan a ser personas con mayor sabiduría y serenidad, comprendiendo que hacemos parte de un todo armónico que es la sociedad, a la cual debemos aportar desde las ideas y el debate respetuoso y no desde las pasiones.
Y los prejuicios que, de manera inconsciente nos marcan y condicionan, debemos enfrentarlos. Tienen muchas raíces, unos de género, o étnicos, otros por cuestión socioeconómica, otros por traumas psicológicos padecidos en la infancia. Son muchos y complejos. Los prejuicios en los funcionarios de las organizaciones generan malas decisiones para éstas. Estudios han mostrado el alto costo que producen. Hay muchas plataformas en la web donde ayudan a las personas a que hagan conscientes sus prejuicios y estereotipos.
Finalmente, es importante desintoxicar los canales de información que se reciben. En ello Sura ha generado el Proyecto de Desintoxicación de la Información, desarrollado por Ethos Behavioral Team. Se trata de una iniciativa que se apoya “en las ciencias del comportamiento, la comunicación y el entretenimiento educativo para ayudar a las personas y organizaciones a mantener ambientes informacionales confiables y seguros, lo que genera más empatía y menos polarización”. Los invitamos a visitar en https://segurossura.com/co/blog/conectividad/dip-enfrenta-la-desinformacion-con-ciencia-e-innovacion/
Así, pues, formando las emociones, desnudando los prejuicios y teniendo información desintoxicada, seguramente podremos tomar mejores decisiones.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015