Los datos, si bien reducen la realidad, también nos ayudan para entenderla y analizarla. Pues bien, hoy quiero presentar una serie de cifras que pueden ayudar a comprender mejor lo que está ocurriendo en el país y en la ciudad.
Comencemos con “barriga llena corazón contento”, o mejor, “barriga vacía, corazón rabioso”. Porcentaje de hogares que tienen tres comidas diarias, en Manizales - área metropolitana antes de la pandemia era del 93,9% de familias, es decir, que solo el 6,1% de hogares se acostaban con hambre. Con la pandemia, abril 2021, el porcentaje de familias con las tres comidas bajó al 79,6%, es decir, que el 20,4% de las familias del área metropolitana se están acostando con hambre. Para comprender la cifra más fácilmente: una de cada cinco familias no tiene las 3 comidas al día. ¿Qué hacer? Esto requiere un plan de choque rápido, donde el empresariado con las alcaldías, la pastoral social de la Iglesia Católica y de las otras iglesias, procedan a distribuir comida. Los bancos de alimentos deberían hoy por hoy tener todo el apoyo de la ciudadanía para ayudar. El ingreso solidario del gobierno debe aumentarse rápidamente. Después, será la generación de empleo, en el mediano plazo, la que solucione de manera sostenible este problema de seguridad alimentaria.
El segundo dato, lo podríamos llamar “del dicho al hecho hay mucho trecho”, y es la cantidad de profesionales jóvenes desempleados con estudios universitarios. El 37,5% de los jóvenes sin empleo tienen título universitario, lo que significa una preocupación sobre la capacidad de absorción del aparato productivo local de los egresados de las universidades, o la falta de alineación entre los estudios y las necesidades del sector productivo.  Ser universitario no asegura empleo. En Pereira es el 33,8% y en Armenia el 47,8%.
El tercer dato, se podría denominar “el sol sale para todos y todas”. Manizales es la ciudad con menor discriminación por género en el desempleo juvenil. En efecto, las tasas de desempleo de los jóvenes (entre 14 y 28 años) para los hombres es del 28,2%, mientras que el de las mujeres es del 28,9%. Al tanto que en el promedio nacional hay una diferencia de más de 12 puntos en los sexos. Una buena noticia es que no hay mayor discriminación frente a las mujeres. Mientras que en Pereira y Armenia están con más de 10 puntos de diferencia. Es, pues, una situación muy particular de Manizales, será bueno indagar gracias a qué se da. Un tema para algún trabajo de grado de algún estudiante.
Finalmente, el cuarto dato lo podríamos designar “las desgracias no vienen solas”.  Porcentaje de jóvenes (entre 14 y 28 años) que no estudian ni trabajan, los llamados “ninis”. En Manizales y el área metropolitana los jóvenes que ni estudian ni trabajan son el 30% de los hombres y el 38,4% de las mujeres. En esta oportunidad además hay un sesgo contra la mujer. En Pereira está mejor la situación con una tasa de “ninis” hombres del 19,2% y en el caso de las mujeres del 33,9%.  
Varios datos, que dan para reflexionar. Algunos para pensar en acciones de choque en la ciudad y otros para repensar la estrategia de formación de capital humano en la ciudad.