Mañana, 17 de enero, se conmemora en el mundo el blue Monday, o día más “triste” del año. El origen de esta fecha se atribuye, a Cliff Arnall, psicólogo de la universidad de Cardiff, quien en 2005 arriesgó una fórmula para demostrar que, en el tercer lunes de cada año nuevo, las personas experimentan una particular tristeza. Según Arnall, volvemos a la realidad después de la euforia de las celebraciones y el descanso, y enfrentamos con cierta depresión las demandas de la vida. Reconozcamos que, en estos primeros días del año, cuesta tomar fuerzas para enfrentar los desafíos por venir. Propongo que, para superar este momento y encontrar motivos para avanzar, planteemos algunos retos como palabras clave que fijemos en la memoria y articulemos a los propósitos y planes de este año. Sugiero para el caso, cinco palabras: Democracia, economía, cuidado, reencuentro-amor y paz.
El año comienza con grandes desafíos a la democracia, para la muestra, las elecciones legislativas del 13 de marzo y la elección presidencial del 29 de mayo, que según su desempeño puede implicar una segunda vuelta el 19 de junio del 2022. Sabemos que el sufragio solo es uno de los aspectos de la democracia en tensión, porque también enfrentamos retos en el perfeccionamiento del acceso a la justicia, la independencia del poder judicial, la superación de graves riesgos como la pobreza, la desigualdad, la violencia y otras problemáticas muy agudas en el país en los años anteriores. Si nos equivocamos y no defendemos la democracia, lo podríamos pagar muy caro, y no solamente por el ejemplo de Venezuela, sino por las tensiones sociales aún sin solución que han mostrado los nefastos efectos que pueden tener.
Economía, es la segunda palabra clave, que para Colombia implica este año el control de la inflación y de la informalidad, y generación de oportunidades. Sabemos desde 2021 que, aunque el empleo perdido se recuperó, falta mucho todavía: la informalidad campea y esto es un riesgo para el crecimiento de la economía y para el logro de la vida digna de nuestros compatriotas. El mayor desafío será el control de la inflación evitando que las personas pierdan su capacidad adquisitiva y la estabilidad en reglas de juego para incentivar la inversión. Reactivación, pero con bienestar para todos, incluyente.
En este momento del año, nos sorprendió una nueva ola de pandemia que todavía estamos atravesando y tratando de comprender. La información es confusa y dispersa sobre los efectos de la nueva variante y sobre si estamos o no frente al fin de la pandemia. Todo parece incierto excepto, el valor del cuidado con los otros y el autocuidado que, independiente de lo que pase, parece siempre nuestra mejor opción. Por ejemplo, vacunarse es una decisión no solo personal, sino comunitaria, tiene una perspectiva profunda ética de cuidado y responsabilidad de uno mismo y con los otros.
A pesar de las dificultades, el mundo parece coincidir en el valor que tuvo el salto tecnológico que conectó a las personas y permitió continuar la vida; no obstante, la gente quiere volver a abrazarse, viajar, estudiar, trabajar, tocando, sintiendo, intercambiando físicamente; por eso reencuentro-amor es, para este caso, la cuarta palabra clave, pero recordando lo aprendido, hay que mitigar el riesgo siendo responsables con nosotros mismos y con los demás. La fraternidad universal puesta en acción, expresión del amor. Recuperar la presencialidad en el sector educativo es una excelente noticia.
Por último, quiero proponer como quinta palabra, paz, y quisiera quedarme con la propuesta del Papa Francisco al respecto en su alocución de año nuevo: “Vayamos a casa pensando: ¡paz, paz, paz! Necesitamos la paz- ¡Queremos la paz! Y pensemos en ello a través del diálogo intergeneracional, la educación y el trabajo, aspectos que considera el pontífice cimientos por construir. Ponernos de acuerdo sobre lo que queremos al respecto es uno de los mayores desafíos de esta vigencia.
Cerca del 17 de enero, blue monday, encontremos motivación en estas cinco palabras, superando la tristeza por lo que no fue, por lo que ya pasó y, que hoy tiene 348 oportunidades nuevas para ser posible; agreguemos nuevos retos, nuevas palabras a esta lista. Feliz año 2022.