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@leonardopineda

"Necesitamos dar un mensaje de solidaridad y respeto a la diferencia"

Consuelo Luzardo (actriz)

Algo malo nos pasa, algo que tiene que ver con ese temor a decir las cosas tal y como son. Algo que nos impide aceptar las diferencias de los otros y aceptar sin crítica y con benevolencia, la identidad de los demás. Algo que quiere hacernos mirar hacia otra dirección y no enfrentar las situaciones cotidianas como lo que son: parte de la vida.

El hecho de no presentar en las salas de cines locales la película de Gustavo Nieto Roa llamada Mariposas verdes, nos muestra ese algo de manera tajante. ¿Cuál es el miedo de presentar una historia que vimos y conocimos en muchas otras historias reales? ¿Cuál es el temor a que los demás tengan acceso a este tipo de dramas en los que se presenta una parte más de la vida de otros? Todos sabemos que de la historia del filme, lo sabemos porque muchas veces hemos visto informaciones al respecto en los medios de comunicación en los que se nos ha contado con pelos y señales el suicidio de muchos jóvenes por la no aceptación de los otros de sus preferencias sexuales. Y lo que uno se pregunta es ¿por qué deben aceptarme los demás si yo ya lo he hecho? La necesidad latente de agradarle a una sociedad que ve mal la originalidad, la diferencia o la diversidad es algo intolerable. No podemos esperar que la aprobación de los otros pese más que nuestra propia decisión acerca de quienes somos. Pero seguimos siendo parte del qué dirán. Seguimos pensando que seamos lo que seamos a los demás les va a incomodar o que si alguien llega a enterarse puede ser motivo de escándalo, y qué? ¿Qué importa si a fulano o perencejo no les gustamos? ¿Qué hay de malo en pensar diferente, en soñar distinto, en creer en otra cosa, en querer de otra forma?

La película pasó por muchas trabas antes de su estreno en otras ciudades del país, problemas que se presentaron porque hasta la familia de Sergio Urrego salió con el cuento que era una biografía del joven que se suicidó. Si fuera la historia de él ¿qué de malo tiene que los demás la conozcan? Pero Nieto Roa se defendió aduciendo que como la historia de Urrego hay miles y miles y que el hecho que la película se basara en hechos reales se trataba de muchos otros, no solo de él. Si existe una manera de llegar a la gente, el cine y la televisión son una forma acertada para dar a conocer valores que como sociedad tenemos y necesitamos: la tolerancia, la solidaridad, el respeto, la conciencia del otro.

Ojalá haya otras maneras en las que los locales podamos ver esta cinta, espacios que siendo más culturales y definidos, alejan al gran público de otro más culto y sereno, justo aquellos que no requerirían de esa cuota de confianza, justo aquellos que poco tienen de ese “algo” que sigue aterrorizando a algunos y los siguen aislando cada vez más de una innegable realidad.