Jorge Raad


El viernes antepasado, el Maestro Moisés Wasserman, tituló su columna en El Tiempo: Volver al colegio, en ella como persona experimentada en educación y miembro de la Comisión de Sabios, se refirió a la situación actual de la actividad colegial desencadenada por la crisis sanitaria.
Expresó el articulista: La caracterización del colegio como un lugar peligroso, en contradicción con su esencia, que es la de un lugar de protección, hace un daño que tardará en ser reparado.
Planteó, quien fuera rector de la Universidad Nacional de Colombia: Me pregunto qué hubiera dicho la sociedad si el personal de salud, que tiene un riesgo inmensamente mayor que el de los educadores, hubiera declarado desobediencia civil y se hubiera negado a ir a los hospitales. ¿Será que la diferencia es el juramento hipocrático?
La pregunta apropiada con su significado intrínseco, debe ser resuelta por los médicos a través de sus voces individuales y mediante las instituciones que los asocian en lo académico y gremial.
No deben marginarse del análisis las diferentes escuelas de Medicina ni los otros profesionales y entidades académicas y gremiales ligadas al sector de la atención en salud porque también les compete, por extensión, explicar el motivo fundamental por el cual asisten a sus labores a costa de su propia vida.
El juramento Hipocrático, merece en primer lugar un amplio, permanente y obligatorio análisis por estudiantes y profesionales de la medicina, lo que no siempre se cumple por múltiples factores, todos discutibles. Sin embargo, la sociedad debe estar al tanto de su cumplimiento porque ella es la receptora del compromiso médico establecido a través del Estado.
En Colombia, la Ley 23 de 1981 de Ética Médica ordena a quien se gradúa adherirse bajo juramento a los principios Hipocráticos posiblemente integrados en el Corpus Hipocraticum. En su artículo 2, bajo el rubro de Juramento manda: Velar solícitamente y, ante todo, por la salud de mi paciente.
En sentido estricto la asistencia a los pacientes y centros de atención médica, aún con peligro para su vida, no está explícitamente en los juramentos
En la ley colombiana bajo el epígrafe de Juramento Médico, el profesional de la medicina se compromete a: ejercer su profesión dignamente y a conciencia; velar solícitamente y, ante todo, por la salud de mi paciente y, mantener incólumes, por todos los medios a mi alcance, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica
También, la ley, obliga al médico mediante el artículo 42 que textualmente expresa: El médico cumplirá a cabalidad con sus deberes profesionales y administrativos, así como el horario de trabajo y demás compromisos a que esté obligado en la institución donde trabaje.
Por ello, existe un compromiso legal establecido y la asistencia, inclusive hoy por telemedicina, es obligatoria. Oportunamente, las instituciones harán las salvedades necesarias para cumplir con las actividades contratadas o voluntarias.
Con todo ello, la primordial causa que impulsa al médico a cumplir con su deber, aún a costa de su vida, radica en la vocación solidaria de servicio refrendada por la formación que lo distingue en bien de su paciente, la esencia de su ejercicio. Hay que reconocer que en general la responsabilidad del médico y del personal de salud es proverbial.
Sin embargo, en la medicina actual, casi exclusivamente institucional, las condiciones del ejercicio tanto institucionales como personales son difíciles con algunas salvedades honrosas.
El problema es extensible a toda la atención en salud, en la cual no hay equidad, ni la hubo antes, por desgracia. A este respecto, lo fundamental es suplir las necesidades sentidas deficientes en lo laboral, personal y familiar.
Nota 1. Manizales sigue siendo universitaria.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015