Sobrevivencia
Hoy se celebra todo: El día de la cuca o la semana de la suela o la mañana de los rizos o la hora del corozo, son ejemplos posibles. En la realidad, hay días asignados para conmemorar desde tradicionales acontecimientos hasta los que van surgiendo por el trajín de los pueblos en donde se distinguen las ideas, las metas y los logros. 
Hasta hace escasamente doscientos años, las fechas para conmemorar estaban relacionadas con el catolicismo y el reino. Luego aparecieron las fechas patrias y desde mediados del siglo anterior comenzaron a surgir para recordar desde acaecimientos locales hasta universales. 
El domingo anterior se festejó en los Estados Unidos de Norteamérica el día de los sobrevivientes a un cáncer. Una importante fecha para difundir información a quienes lo padecieron, sus familias y al personal de salud. 
Independencia
En las tres semanas anteriores se leyeron o escucharon frases aisladas con relación a la independencia del Chocó, como una solución al estado evidente y crónico de las condiciones pésimas de vida y esperanza de las personas establecidas en ese suelo. También, las instituciones chocoanas tienen enormes dificultades para poder cumplir con su misión. 
Los pobladores del Chocó, compuesto por los nativos e inmigrantes, tienen derecho a una vida digna durante su existencia. El pueblo no puede seguir sometido a la expoliación, ya sea por algunos de sus propios integrantes o por otros. Un chocoano es una persona diferente como el costeño, el bogotano, el andino, el amazónico, o el sureño, por ello merece un trato diferente acorde a sus costumbres, a sus especiales necesidades, a sus procesos culturales y a la defensa de su entorno y territorio.
Los títulos
El alcalde de Bogotá reconoció públicamente que no posee títulos de maestría o doctorado. Surge una pregunta: ¿Serán necesarios los títulos académicos para ejercer una actividad? La respuesta es tan variada como tan distintos son los enfoques alrededor de cada caso.
Hasta hace siete décadas los títulos de médico, -y otros relacionados con salud-, o abogado eran indispensables para ejercer cargos con labores muy específicas. Luego otros titulados, que ya existían, se fueron haciendo indispensables en determinados empleos como los ingenieros, agrónomos o economistas.
La explosión de títulos en infinidad de temáticas, adicionado a la aparición de las maestrías y doctorados junto a los estudios y prácticas postdoctorales han inundado el mundo de la academia y de lo laboral.
Un título debe observarse desde dos enfoques: El personal, mediante el cual quien opta por un proceso académico que lo cualifica para una determinada actividad, también le otorga valores personales aún no ejerza para lo que se preparó. El segundo, es la preparación para una labor específica.
Sin embargo, hoy es necesario un título específico: maestría o doctorado para ejercer una función, pública o privada, como la de investigador. Para ser docente son optativas pero elevadamente deseables. 
Lo importante en la función pública es que tenga, al menos, el conocimiento y la experiencia para desempeñar el cargo. El problema se suscita cuando se trata de engañar con o sin título. 
Ayuno
Acaban de aparecer varios artículos científicos que respaldan lo benéfico del ayuno corto, 1 día, en forma alterna y durante un tiempo prolongado. ¡Cada quién decidirá!
Nuevas enfermedades
Ayer se publicó en El Tiempo, con un título muy controvertido, un trabajo sobre las nuevas enfermedades patrocinadas por los laboratorios farmacéuticos con intereses comerciales. Las Escuelas de Medicina, las academias, los gremios médicos, las sociedades científicas independientes y las autoridades sanitarias, tienen la palabra.