La semana que hoy termina puede llegar a ser la más fatídica en la historia de Manizales. La irresponsabilidad de doce concejales llevará a empeñar a la ciudad por cerca de $ 300 mil millones entre créditos y vigencias futuras, más lo que falta por endeudar a Aguas de Manizales que suma alrededor de $ 70 mil millones adicionales. Es decir, esta administración vino por todo, y está aprovechando la connivencia, complicidad, permisividad y flaqueza intelectual o moral de algunos miembros de su junta directiva, para apoderarse también de los presupuestos de administraciones futuras.
Bastaron solo cuatro meses para encontrar el talón de Aquiles de quienes equilibraban la balanza del poder en el Concejo y, de la noche a la mañana, y a pesar de la gravedad que implica presentar proyectos a medias, sin cierres financieros, sin definiciones técnicas y con grandes falencias económicas y de diseño, pasan de negarle un presupuesto absurdo al alcalde, a inclinar su cerviz e hincarse ante sus caprichos y jugar con la solidez económica de nuestro municipio. Porque el presupuesto negado en diciembre pasado, antes de corregirse con el tiempo, se empeoró, pues los proyectos pretendidos se encarecieron, y el universo de daños y lesiones urbanas se extendió. ¿Alguien entiende entonces el cambio de posición? ¿Factores económicos, políticos, contractuales, personales o de corrupción? ¡Vaya uno a saber!
Pero hay otros factores adicionales que condujeron a esta aberración: el silencio gremial, la pasividad ciudadana y la seguridad que tiene la mafia que nos gobierna de que sus acciones no serán castigadas, porque han encontrado unos entes de control y de justicia doblegados, silentes, permisivos e ineficientes. ¿Cuál cosa es peor? ¿La sociedad anestesiada que prefiere cerrar sus ojos ante los asaltos al erario; la justicia inoperante y cómplice; o unos concejales que le entregan en bandeja de plata a su patrón alcalde la potestad de endeudar la ciudad, y gastar dineros futuros sin certeza alguna del destino y retorno?
Creo sinceramente que todos; pero lo del Concejo de Manizales es mucho más reprochable, pues era su potestad decidir con responsabilidad sobre el destino de la ciudad y la dejaron a la deriva. El código civil colombiano define “culpa” como la omisión de comportarse al administrar un negocio como un buen padre de familia. Un buen padre de familia no le entrega la fortuna familiar (heredada de generaciones honestas y trabajadoras) al hijo calavera, cuya mayor cualidad sea dejarse llevar por sus caprichos pueriles y reaccionar con berrinches de niño malcriado. Un buen padre de familia guarda mesura en sus gastos, trata de ser ejemplar en su comportamiento y cuida de sus bienes porque sabe que, en últimas, no le pertenecen solo a él, sino a quienes de él dependen. Un buen padre de familia no dilapida su fortuna entre otras cosas, porque, de hacerlo, puede ser declarado incapaz y privado del manejo de sus bienes. ¡Doce concejales serán culpables entonces de la debacle de Manizales! ¡Doce concejales tendrán qué responderle a la historia de la ciudad!
¿No se habrán dado cuenta estos ediles de que Carlos Mario Marín no es un administrador apto? Tiene a la ciudad en un descuido absoluto y degradante; no ha sido capaz de poner a funcionar los colegios de La Linda y San Peregrino, las Terrazas de la Autónoma o el Hospital público veterinario, obras totalmente financiadas y a punto de terminar desde hace año y medio. Pero pretende ahora emprender proyectos que no cuentan con estudios ni diseños definitivos, ni fuentes de financiación. ¡Y le entregan irresponsablemente $ 300 mil millones para que juegue a ser alcalde! ¡Irresponsables!
¿Quiénes son esos concejales?: Víctor Hugo Cortés Carrillo, Diego Alejandro Tabares Prieto, Henry Gutiérrez Ángel, Orlando Quiceno Gallego, John Hemayr Yepes Cardona, Christian David Pérez Holguín, Jorge Eliecer Galeano Hernández, Hernando Marín García, Juan Manuel Marín López, Jhonnyer Fernando Bermudez Martínez, Andrés Sierra Serna y Martín Sierra Quiroz. ¡Seguramente en pocos días estarán buscando votos ante el pueblo que hoy atropellan mediante golpes de poder y corrupción! ¿Cómo le aprueban el “endeudamiento más grande en la historia de Manizales”, al alcalde más incompetente que hemos tenido? ¡Pobre mi Manizales!