Si revisamos la historia política de nuestro país, encontramos un selecto grupo de caldenses que se han asomado con grandes posibilidades a la Presidencia de la República.
Inicio este listado con Fernando Londoño y Londoño, exalumno del Colegio de Cristo en Manizales, abogado de la Universidad del Cauca, concejal de su ciudad natal, diputado de la Asamblea del Cauca, representante a la Cámara por Caldas en dos oportunidades, ministro de Gobierno y de Relaciones Exteriores, embajador en París, Brasil y ante la ONU, alcalde en dos periodos de la ciudad que lo vio nacer y gobernador de Caldas.
En 1941 ocupa el primer lugar en una encuesta de El Espectador como el mejor orador de Colombia, por un significado margen sobre titanes de la oratoria en esa época, como Jorge Eliécer Gaitán, Augusto Ramírez Moreno, Laureano Gómez, José Umaña y Carlos Lozano y Lozano.
El doctor Londoño brilló en el firmamento nacional con luz propia y tuvo el reconocimiento dentro de su Partido Conservador como una figura superior. Como penalista, dejó las más trascendentales páginas en la Historia del Derecho; sus intervenciones como Parlamentario aún resuenan en los salones del Capitolio Nacional y como funcionario fue el ejemplo del servicio incondicional y transparente. Tuvo todo el equipamiento requerido para ser primer mandatario, pero el país se privó de haber tenido como Presidente a uno de los nuestros, de nuestra provincia, monumental como muy pocos.
Gilberto Álzate Avendaño, condiscípulo de Londoño cuando niño, estudió en Medellín donde se graduó como abogado. Militante de las huestes conservadoras desde muy joven, se destacó como líder en un comienzo y posteriormente como caudillo. Pronto mostró su inconformidad con las directivas del partido y montó su propia disidencia con el movimiento Acción Nacionalista Popular. Fue un hombre que se adelantó en el tiempo, afirman quienes lo conocieron. Con su férreo carácter trató de introducir estilos copiados de Mussolini y Hitler, ensayo que le generó incomprensión entre sus amigos y opositores. La muerte lo sorprendió a los 50 años, cuando se perfilaba como una de las cartas ganadoras en una futura contienda presidencial.
Otto Morales Benítez, Abogado, escritor y periodista nacido en Riosucio, Caldas. Tuvo una prolífera vida pública, diputado, representante a la Cámara, senador, ministro de Trabajo y de agricultura, Comisionado de Paz, candidato a la Presidencia por el Partido Liberal. En su aspiración encarnó el sentimiento, los intereses del pueblo y de la gente humilde, fue derrotado por las maquinarias bipartidistas.
Óscar Iván Zuluaga Escobar. Ya intentó este hijo de Pensilvania aspirar a la Presidencia, con una respetable y significativa votación; además, con experiencia en el tema público como alcalde, senador y ministro de Hacienda. Su nueva aparición en la contienda está sujeta a la decisión del Centro Democrático y la aclaración de algunos asuntos relacionados con la financiación de su anterior campaña presidencial.
Humberto de la Calle Lombana, nacido en Manzanares, estudió en el Colegio de Nuestra Señora y posteriormente se graduó como abogado de la Universidad de Caldas. Funcionario de la Alcaldía de Manizales y de la Gobernación de Caldas, registrador del Estado Civil, ministro de Gobierno de César Gaviria y después del Interior de Andrés Pastrana. Vicepresidente de Ernesto Samper, cargo al cual renuncia cuando explota el escándalo del Proceso 8.000. En el Proceso de Paz fue jefe del equipo negociador del Gobierno en Cuba. Se perfila por su experiencia y recorrido, por su respetabilidad y formación, por la imagen y carisma reconocidos por diferentes sectores políticos, como un candidato de serias posibilidades para ser Presidente.
Como vemos, estos ilustres ciudadanos por décadas han gravitado en un circuito de grandes probabilidades. Hemos contado con el material humano, pero las circunstancias han sido adversas. Esperemos que ahora sea posible y podamos tener los caldenses un sueño hecho realidad. Tanto los de ayer como los de hoy, merecen nuestro reconocimiento; esperamos que el espíritu de los que ya no están, iluminen la inteligencia de los de ahora. Ojalá así sea.