Hugo Salazar García

En esta época y en los momentos de grata recordación, tanto en lo personal como en lo colectivo, generalmente se reviven los acontecimientos con un cálido cumpleaños que además de rememorarlos y protegerlos del olvido, constituye el punto de partida para nuevas y faustas experiencias.
Algunos de ellos -los cumpleaños- hacen referencia a hechos, actos o experiencias que involucran a grandes colectivos como en los casos de la fundación de un pueblo, la independencia de un país, la creación de una comunidad religiosa, la acción destacada, ilustre o heroica que lleva al otorgamiento de un reconocimiento internacional o la publicación del primer número de un periódico o una revista que logra perdurar por muchos años. Tales son, entre nosotros, los casos del periódico LA PATRIA y de la primera universidad cooperativa del mundo, fundada aquí con el nombre de COOFES –Cooperativa para el Fomento de la Educación Superior- la misma que hoy goza de merecido reconocimiento nacional como Universidad de Manizales.
Estas dos instituciones nos recuerdan que somos seres solidarios y cooperantes, propensos naturalmente al cultivo y estímulo de principios y valores fundamentales cuya práctica nos reconcilia con nuestra condición humana, pero que, para nuestro infortunio, quebrantamos con asombrosa facilidad.
No se perdona un olvido de estos cumpleaños; el paso inadvertido de acontecimientos tan importantes constituiría una ofensa al sentimiento colectivo, uno de cuyos principales motivos de júbilo y pervivencia es, indefectiblemente, la orgullosa memoria de sus gestas.
El reconocimiento debido a los personajes y entidades que han dejado honda huella en sus comunidades debería ser algo tan elemental, pero tan significativo a la vez, como la gratitud; esta, con las palabras del poeta “es la más rara flor en el jardín de las virtudes”. “El que recibe nunca debe olvidar”, dicen los hebreos en sus proverbios”.
Fecha memorable para el diario LA PATRIA, 21 de Junio de 1921; son 96 años; para la UNIVERSIDAD DE MANIZALES, 24 de Julio de 1972; aniversario 45.
En mi calidad de gestor y fundador de la Universidad de Manizales, que tuvo su origen como COOFES y su fundamento legal en el Decreto 1598 de 1963 y en la ley 9ª de 1971, he sentido la necesidad de hacer un homenaje de agradecimiento y reconocimiento público a LA PATRIA.
En su cumpleaños, casi centenario, sabemos que nuestro Diario constituye parte esencial de Manizales. He comentado con mis contertulios sobre su invaluable recorrido vital y puedo atestiguar que en la ciudad existe una evidente unanimidad acerca de la trascendencia de su tarea. ¿Qué sería de nuestra ciudad sin la presencia de este gran Periódico? Ha sido acompañante fiel en todas nuestras gestas, tribuna abierta a la expresión de las ideas dentro de un pluralismo admirable que desde hace mucho se valora y destaca en el país entero, canalizador e impulsor audaz de las inquietudes, propuestas y proyectos de cambio y desarrollo de alcance local, regional y nacional, concebidos por los líderes que de cuando en cuando surgen en los diferentes campos de la vida ciudadana.
El Doctor José Restrepo Restrepo, líder de egregias cualidades, gran ciudadano y muy solidario con las iniciativas que pudieran beneficiar a la ciudad, brindó un decidido apoyo a la creación, en el año 1971, de la institución que hoy conocemos como Universidad de Manizales y que en su época fue la primera y única Universidad Cooperativa del planeta, caracterizada por su estructura original de democracia participativa, de todos los integrantes.
En sus respectivos momentos, otros personajes ofrecieron generosa acogida a una idea que podríamos calificar de quijotesca y que fue muy controvertida, como era la concerniente a la fundación de una universidad para trabajadores y adultos. Su importancia y novedad tenía como fundamento la participación de profesores, alumnos y futuros egresados, en quienes, además, radicaba el derecho de propiedad de la institución. Como se ve, el nuevo centro de formación profesional representó una profunda innovación respecto de los cánones, las normas legales y las costumbres vigentes en la época.
La educación es, sin lugar a dudas, la actividad más importante del ser humano; es vital para el desarrollo social y económico de los pueblos y para el crecimiento del humanismo científico. Es una necesidad de las sociedades que aspiren a alcanzar metas superiores.
La comunicación desempeña una función trascendental en la labor educativa, no solo como instrumento esencial para su propia realización, sino como difusora de los avances que los centros de formación académica van logrando en su quehacer cotidiano. Del mismo modo, la relación recíproca entre la prensa y las instituciones académicas contribuye al desarrollo de las comunidades, al tiempo que facilita el cumplimiento de los respectivos objetivos misionales.
Cuando se habla de la notable trayectoria de la Universidad de Manizales, es necesario hacer referencia a dignos representantes del periodismo manizaleño que, además del doctor Restrepo Restrepo, desde LA PATRIA han brindado importante y generoso apoyo a su destacada tarea educativa en beneficio de la ciudad, la región, el país y el exterior.
Ovidio Rincón, directivo del diario y simpatizante del movimiento solidario cooperativista, me estimuló para que publicara una columna semanal cuyo título era “Cooperativismo factor de Cambio” y tuvo vigencia durante los años 1972, 1973 y1974.
Héctor Londoño López publicaba “SAL PICANDO” y “REVISTA DE LA CIUDAD”. Columnas muy leídas sobre asuntos que despertaban polémica en la ciudad; constituyendo un espacio donde los lectores encontraban una afortunada síntesis sobre los principales hechos que ocurrían en Manizales.
Javier Arias Ramírez hizo referencia al libro “Universidades Cooperativas, Una Solución Mundial”, el 8 de mayo de 1972, en su columna “AL VUELO” de La Patria. Con entrevistas y comentarios positivos, destacaba la importancia de esta obra sobre el nuevo modelo educativo.
Evelio Giraldo Ospina, en su columna “EL PULSO DEL DÍA” en el año 1972 se refirió a las polémicas sobre alguna de las disciplinas académicas de la nueva Universidad Cooperativa.
Augusto León Restrepo Ramírez, Armando Suárez Matallana, Guillermo Lema, Mario Escobar Ortiz, Luis José Restrepo, Nicolás Restrepo Escobar, son también motivo de gratitud para quienes, como en mi caso, esbozamos grandes sueños y vivimos significativas realidades en la Universidad de Manizales.
Finalizo estas líneas de celebración y reconocimiento con algunos párrafos del artículo que publicó el 19 de Julio de 1987 el inolvidable Orlando Sierra Hernández, excelente profesor de esta universidad y quien además, desempeñó cargos de importancia en LA PATRIA:
“TRES LUSTROS DE DESVELOS PARA LA EDUCACIÓN
Si alguna notaría de la ciudad hubiera tenido que registrar el nacimiento de la que es hoy La Fundación Universitaria de Manizales, Fundema, los datos serían más o menos, los siguientes: Nació el 24 de Julio de 1972 a las 6.30 de la tarde en las instalaciones del Instituto Técnico Industrial y es hija legítima de la voluntad y perseverancia de quienes lucharon por conseguir que los hombres de trabajo pudieran tener acceso a la educación superior.
Fue una gestación larga y un parto nada fácil. Y aunque aquella noche se prendieron la luces de varias aulas para que recibieran sus clases 197 inscritos en los cuatro programas que se ofrecían (derecho, economía, psicología y contaduría), algunos le auguraban un futuro nefasto. Pero no fue así.
Quince años han pasado desde entonces. La idea surgida en la mente de Hugo Salazar García a principios de los 70 tomó cuerpo y creció para ser la institución que como cualquier joven de su edad es hoy por hoy sana, fuerte, ambiciosa y futurista”.
UNA IDEA QUE GERMINA
Por la época en que Neil Armstrong descendió a la luna en 1.969, se empezó a ventilar la idea de crear una cooperativa para el fomento de la educación por parte de algunos integrantes de la Asociación Nacional de Cooperativas, Ascoop. Hugo Salazar García, Jaime López Guerra y Jaime Calderón Gonzales , fueron sus primeros impulsores.
Hubo entusiasmo por la idea hasta se pensó que coofes, sigla que debería identificar la cooperativa de educación, sería una institución nacional con sede en Bogotá y seccional en varias ciudades del país, Manizales en primera.
Y lo que fue una idea se tornó en un proyecto y fue realizada en 1971 en Bogotá: nacía la educación universitaria nocturna a nivel cooperativo.
Hugo Salazar García redobló sus esfuerzos en Manizales hizo promoción, divulgación y hasta inscripciones de posibles alumnos en la oficina de la cooperativa de Única, en donde se desempeñaba él como director era 1972. Así surgió en la ciudad la Cooperativa para el Fomento de la Educación Superior, COOFES.”
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