Estamos ya en el séptimo mes del año. ¿Estas cumpliendo los buenos propósitos de Año Nuevo que te fijaste?:
“Este año perderé 6 kilos y haré ejercicio 4 días a la semana”. “Me propongo ser puntual”. “Este 2022 año seré un voluntario”.
Hacemos promesas que la mayoría no cumple y se atribuye a la falta de voluntad. Los gimnasios y programas para perder peso buscan inscribirnos en enero. Entonces la fuerza de voluntad es más fuerte: en febrero ya hay cansancio; en marzo lo común es volver a los viejos hábitos.
Pero la razón es más profunda: debes examinar bien por qué los propósitos fracasaron antes. 
El examen sincero te mostrará motivos inesperados más allá de la fuerza de voluntad. Cambiar requiere un plan estratégico.
Los malos hábitos que quieres modificar dependen de patrones adquiridos de pereza o inacción y sin disciplina se sigue igual.
Para cambiar elige grandes objetivos a largo plazo y pasos inmediatos más pequeños. Busca aliados y persevera. 
@gonzalogallog