Gonzalo Gallo


Cuando hallas el amor de tu vida, el alma se regocija, tu corazón salta y todo se ilumina con un nuevo sentido.
El amor auténtico da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, energía a nuestro ser y alas al espíritu.
Si estás en el bosque con el ser amado un poco distante, cuando el viento sopla siempre aparece entre una hoja y otra.
El amor que se cuida sigue vivo en el helado invierno y, aunque las hojas caigan al suelo en otoño, él conserva sus raíces.
El amor es mucho más que deseo o emoción y nos brinda paz, apoyo, salud, éxtasis y prosperidad.
Cuando por fin se encuentran dos almas, sienten muy adentro que son el uno para el otro.
Si en verdad hay amor, se aceptan como son, se comprenden y surge entonces para siempre una unión vehemente y pura.
Es una unión que comienza en la tierra y perdura en el cielo, si los dos tienen a Dios presente en su existir.
@gonzalogallog
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