Hijo de Don German Vélez Sáenz y Doña Alicia Uribe Arango; de noble tronco, del gen “Azuceno”, sinónimo de emprendimiento, empresarismo, empleo, ciudad y progreso. Aun su nombre de pila, que devino de su señor padre, Doña Alicia lo apodó tempranamente “Pacho”, pues soñó bautizarlo Francisco. 
Estudio con los Jesuitas en el Colegio San Luis Gonzaga, pero, por necio, terminó graduándose en otro colegio. Se recibió de Ingeniero Mecánico de la Univ. Tecnológica de Pereira, postgrados en Universidad de los Andes y automatización industrial en Japón, entre otras capacitaciones. Amó su profesión. 
Se casó con Clarita Montes Botero, distinguida dama, de sobrada altura, luchadora, quien lo acompañó con lealtad en su trasegar familiar, profesional, logros, hobby y enfermedad. Le suceden sus hijos Alejandra y Sergio, en quienes se conjuga múltiples virtudes heredadas de sus padres y abuelos paternos y maternos. 
Trabajó primeramente en Iderna; luego emprendió y creó su firma “Montajes y Automatismos”; en 1994 llegó a rines “Madeal” (grupo Chaid Neme), donde efectuó montajes y automatizaciones industriales, programas de optimización, aleaciones de aluminio con tratamientos térmicos que resultaron estratégicos para el programa de exportaciones, entre otras dinámicas; pasó pronto de jefe de ingeniería a gerente, dejando allí imborrable huella, aduce Mariano Medina Fernández. Posteriormente, ya pensionado, realizó mentorías con el programa “Manizales Más”; miembro de juntas directivas: Sicolsa, Herragro, entre otras. 
El aeromodelismo fue siempre su pasión. Miembro activo del primer Aeroclub, “Astillas”, que operó en el antiguo aeropuerto de Santágueda. Luego hizo su propia pista en su finca “La Ermita”, la cual mantenía de su bolsillo so pretexto de estimular el hobby entre sus amigos de juventud. Luego fundó con otros el “Aeroclub Loros”, con pista en la vereda Gallinazo; aeroclub que luego le designó el diseño, construcción y administración de la nueva pista en el sector Alto de la Paz (Palestina).
Construía aeromodelos a escala con gran ingenio, adquiría otros de reconocida marca, que en ocasiones mejoraba. Pero más que volarlos, le encantaba armar, desarmar, construir, reconstruir y estudiar el funcionamiento de motores, aviones, maquinas, etc. Un apasionado y cuidadoso de los equipos y herramientas, con un sobrado taller personal; todo lo diseñaba previamente en AutoCAD..., era un “duro”, dicho coloquialmente; investigador y estudioso consagrado, sabía de todo, consultado por muchos en diversas materias ingenieriles. Pudo ser un connotado diseñador aeronáutico de aviones tripulados. 
Cada avión que él ensamblaba o construía se inauguraba en el aeroclub y se convertía en acontecimiento. Sus colegas de hobby: Roberto (su hermano), Andrés Jaramillo Villegas, Carlos Santiago Gómez, Beto Escobar Arango, Gilberto Henao, Eduardo Escobar, Oscar Gómez, Ernesto Ocampo, Ricardo Escobar Arbeláez, Juan Luis López Toro y muchos, muchos otros, disfrutamos siempre su presencia, creatividad y júbilo al verlo “saborearse” con su aeromodelismo. Fue siempre un líder, un faro, dado su vasto conocimiento, orden y decencia con todo mundo.
Amante del buen café (tienda Juan Valdez su otra morada), pero más de un buen helado; disfrutaba la buena mesa, todo le gustaba, de nada se privaba; le encantaba viajar, contemplar la naturaleza, amaba salir a pasear con “Juaquín”, su perro mascota. Le encantaba lo colorido, lo excéntrico, reflejado en un luminoso celular fucsia que tuvo, en tanto que su último portátil era también una “discoteca”, pues el teclado alumbraba con múltiples colores. Un entusiasta, un verdadero amante de la vida.
Hombre de intachable conducta, excelsa calidad, propositivo, constructivo, respetuoso sin distingos, prudente al hablar y aconsejar, nunca supo denigrar, menos presumir; dialogar con él era exquisito pues exponía con sencillez y humildad sus profundos conocimientos y razonamientos técnicos. Un ser excepcional, pocos como él; buen hijo, hermano, esposo, padre, profesional, amigo, ciudadano ilustre.
Sinceras condolencias a su esposa, hijos, hermanos, colegas, etc. Estimado Pacho: gracias por tu sincera amistad, por tu grandeza, por tus legados; dejas huérfana una enorme familia aeromodelista del país, te extrañaremos siempre, profundo pesar tu partida, descansa en paz y sigue volando alto !!!