Flavio Restrepo Gómez


El general Eduardo Zapateiro Almiranda ha sido noticia por sus polémicos pronunciamientos en redes social y canales de televisión, como respuesta a un mensaje que el precandidato Gustavo Petro, escribió en twitter. Dijo: “Mientras los soldados son asesinados por el clan del golfo, algunos de los generales están en la nómina del Clan. La cúpula se corrompe cuando son los politiqueros del narcotráfico los que terminan ascendiendo a los generales.” (sic). No dijo su nombre, hizo referencia a actos de corrupción producidos en la institución.
El general Zapateriro, recordado entre otras salidas en falso por el mensaje que escribió sobre John Jairo Velásquez Vásquez, del cartel de Medellín: “Hoy, como comandante del Ejército, presento a la familia de ‘Popeye’ nuestras sentidas condolencias (...). Hoy ha muerto un colombiano, haya pasado en su vida lo que haya pasado “.
Estos pronunciamientos merecen un absoluto rechazo por lo que como General en Jefe del Ejercito Colombiano ha venido haciendo, violando la Constitución Nacional y nuestro ordenamiento jurídico, solo porque tiene el poder represor que dan la autoridad y las armas.
Su actitud, sus gritos amenazantes, sus posiciones radicales que arrasan con el alarido, la evidencia de la razón, no son dignas de alguien que ocupa el cargo más importante de la institución castrense, encargada de menesteres distintos a los que, con la vana gloria y arrogancia que lo caracterizan, demuestra que puede tener la razón de la fuerza, pero parece carecer de la fuerza de la razón.
Sabemos, porque así lo ha demostrado, que tiene el poder para hacer lo que quiera, como quiera y cuando quiera, pisoteando la ley, derrumbando los frágiles hilos sobre los cuales, después de todos los desastres políticos vividos, se levanta esta Patria que le importa a pocos, pero con la que juegan muchos, violando todos los principios que la Carta Magna tiene como pilares de nuestro andamiaje político, jurídico, y social.
El refrán popular lo dice claro y es como si lo hubieran reeditado para él. “Zapatero a tus zapatos”. Se toma atribuciones que están expresamente prohibidas para funcionarios públicos, independiente de lo importantes que sean y que se crean. Aquí no están en juego esos agregados anticonstitucionales, para permitir que haga a su antojo lo que le venga en gana, solo porque tiene fuerza en la institución que representa, además de apoyo de politiqueros baratos, que son los que se han robado este país, esos que han sido los encargados de tenernos en este estado de postración y decadencia.
Ser militar es mucho más que tener un uniforme lleno de medallas que representan nada, pero que le dan un toque colorido, en el que se mezclan estrellas, con adornados broches y reconocimientos. El verde oliva que caracteriza el uniforme de la rama que suponemos nos defiende, no puede convertirse por decisiones narcisistas, en una desteñida representación de lo que son las instituciones de defensa, instituidas para proteger, mantener y resguardar el bien común del pueblo colombiano, no para hacerle alabanzas a delincuentes y adentrarse sin reversa en el camino de la política, determinando los candidatos que respalda y a los que ataca, violando los principios que tiene esa institución y Colombia en su Constitución.
Sería bueno que supiera este poema escrito por Emilio Bobadilla, para personas que actúan así:
¡Soldado, empuña el arma! ¡Te cubrirás de gloria!
¡Sangre, tu noble sangre la patria está pidiendo!
Suena estridente el rojo clarín de la victoria
y los vivas apaga del cañón el estruendo.
Los laureles alfombran tu camino; la Fama
en torno tuyo teje magníficas visiones
y todo un pueblo en fiebre dionisiaco te aclama,
con hurras reemplazando la voz de los cañones!
Y todo es un relámpago de misterio y engaño:
libertad y justicia y empresas militares,
y allá va en su conquista quimérica el rebaño;
y el vate ditirámbico justifica el derroche...
¡Oh, pueblo que tu sangre haces correr a mares!
¡Para infundirte ánimo vas gritando en la noche!
Si esta violación a los principios constitucionales no es sancionada ejemplarmente, estamos ad portas de un no declarado pero posible golpe militar, que terminaría del todo con los restos que nos han dejado de Patria.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015