Fanny Bernal Orozco
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Fanny Bernal Orozco * liberia53@hotmail.com
Cada que llega una mujer a contar su historia personal y en ella narra el maltrato que ha recibido como pareja, causa desazón escuchar y entender cómo estos son asuntos frecuentes, que forman parte de la cotidianidad de muchos hogares, (¿?) aunque esta palabra no es la más adecuada para denominar el sitio en el cual se viven tantos enfrentamientos y hostilidades.
Tales son los conflictos en las intimidades de las casas, que una señora un día afirmó que ella y su familia, vivían constantemente, como en un campo de batalla.
Algunos testimonios son abrumadores:
-‘Cuando yo comencé a estudiar fue contra la voluntad de él, decía que en la universidad me iban a sobrar hombres, que yo era una coqueta, que me advertía que me iba a estar vigilando. Cada vez gritaba más fuerte, esculcaba mi bolso, me revisaba el celular, tenía que apagar la luz temprano y lo ordenaba para que yo no estudiara. Comencé a no dormir, a bajar de peso, hasta que un día luego de dos años de esta situación, llegué de la universidad por la noche y había desocupado la casa, se llevó todo, absolutamente todo, solo dejo mi ropa tirada por todos los cuartos’.
El maltrato emocional comienza de diferentes formas, a veces desde el inicio de la relación o se va dando de manera paulatina, a través de gestos o palabras, a los cuales, al principio no se les presta mucha atención, pero que van en aumento y de manera especial, cuando la pareja es controladora y usa la palabra amor cada que se comporta de manera celosa y opresiva: -‘Es que yo te amo mucho y no te quiero perder’.
Existen también relaciones en las cuales se ha dejado crecer el resentimiento, y los comportamientos de la otra persona, sólo demuestran desprecio, hastío, amenaza, desamor. No obstante, siguen ahí viviendo juntos a pesar del daño que se hacen.
Una señora de 55 de años, en medio del llanto, expresó que siempre vivió con la esperanza de que su esposo cambiaría y por ello sufrió, disimuló, toleró y aguantó durante 40 años, golpes, insultos, humillaciones e incluso, violaciones.
‘Esperanza’ es no solo una palabra bella, es la actitud que se asume en muchos momentos de la vida de un ser humano y va de la mano con la confianza, sin embargo, en los casos de maltrato esta (la esperanza), se halla muy lejos de la realidad.
Tanto las personas que maltratan como las que reciben el maltrato, requieren ayuda profesional, es que la esperanza sin voluntad de cambio genera sufrimiento y aumenta el maltrato, las degradaciones y las enfermedades emocionales y mentales.
* Psicóloga - Docente titular de la Universidad de Manizales.
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