Hace dos semanas prometí dar continuidad a la columna ‘Domando el móvil’. Ofrezco excusas porque estoy inclumpliendo esa promesa, pero la situación que vive el país me lo impide. Ya habrá tiempo para el tema.
La Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Desarrollo Sostenible identifica que el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y la Internet brinda grandes posibilidades para acelerar el progreso humano, superar la brecha digital y desarrollar las sociedades del conocimiento.
Sin embargo, cuando veo ciertos comportamientos nocivos en las redes sociales, no dejo de cuestionarme por la forma en la que estamos construyendo sociedad, ¿vamos hacia atrás?
Por ejemplo el ciberacoso, una muestra clara de falta de respeto por el otro, solo porque tiene una línea de pensamiento diferente. Llega en forma de un impulso inconsciente y, generalmente, colectivo que promueve publicaciones cargadas de veneno en redes sociales. ¡Qué ligereza de dedos para compartir sin mente y atacar a otro, detrás de un teclado!
Recuerdo mucho una columna de Adriana Villegas Botero, ‘Las redes del rumor’ (https://cutt.ly/ObTPCut), donde reflexiona sobre la desinformación, mejor conocida como Fake news, y concluye diciendo: “La duda. Justo eso es lo que hace falta antes de compartir, replicar, o dar clic a cuanta bobada circula por Whatsapp, Facebook y otras redes. Porque para eso también sirven: para desnudar el tamaño de nuestra propia estupidez.”
Justo el jueves pasado, la Universidad de Manizales entregó a la comunidad la guía ‘Tu clic hace la diferencia’, que me permito resumir para ustedes. Las recomendaciones están orientadas a las preguntas que debemos hacernos antes de replicar cualquier contenido: ¿Quién es la fuente, es confiable? ¿Me consta que es cierto? ¿El mensaje genera pánico o incita al odio? ¿Es un contenido de interés para mi comunidad? ¿Soy consciente de que mis publicaciones son el reflejo de lo que soy como persona?
Otra iniciativa valiosa que vale la pena destacar es ‘La Cruda Realidad Juvenil’, creada por estudiantes de Comunicación Social y Periodismo de la misma institución para combatir la desinformación en redes sociales. Los encuentran en Twitter como @LaCrudaRJ y en Instagram como @LaCruda.RJ.
Y si de chequeos informativos se trata no olvide visitar https://colombiacheck.com/.
También les sugiero que reporten en las redes sociales los contenidos o cuentas que inciten al odio, la discriminación, la violencia o que suban contenidos falsos. Es muy fácil, basta con abrir el menú de la publicación y seleccionar ‘reportar’. Además, un buen consejo para la salud mental es dejar de seguir cuentas que no suman sino que restan.
Todos los esfuerzos en este sentido aportan. Hay mucho que tenemos que aprender. Llevo varios años haciendo pedagogía con mi familia, amigos y estudiantes. Es un asunto de todos. Si usted se quiere unir a esta cruzada de una verdadera revolución digital y aportar al país en estos momentos de crisis, tenga sentido crítico: analice, piense y actúe de manera responsable, no juegue más al idiota útil desinformado.
El Diccionario de la Real Academia Española (RAE) define revolución como: ”Levantamiento o sublevación popular”. Que su revolución construya y no destruya. Participe en los procesos democráticos, que su preocupación por el país también se vea reflejada en las urnas, recuerde que la abstención electoral en el 2019 fue del 56%. Salir a votar, votar informado, también es construir país.
Nota al pie: A los marchantes GRACIAS por poner el pecho por una mejor Colombia para todos.
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