El sábado pasado sentí una profunda indignación cuando vi, en Facebook, el video hecho por un personaje oscuro. En él aseguraba ser el dueño de la página oficial de nuestra caja de compensación familiar, CONFA, la de los caldenses, en esta red. El video estaba lleno de veneno e imprecisiones. Pretendía confundir a los usuarios de la caja al afirmar que tenía acceso a los datos de los afiliados desde esta red social, lo cual es imposible. La única información que pudo haber estado expuesta fue la de las eventuales campañas publicitarias que captaron prospectos (Facebook leads).
El personaje en cuestión es el dueño de una ‘agencia digital’, seguro de las que vende humo, como tantas en esta industria. ¡Qué terror caer en esas garras!
Desde que empecé a escribir esta columna he afirmado que la alfabetización digital es prioritaria para individuos y empresas. Eso fue lo que motivó este espacio. Y, ante exabruptos como el del sábado, lo ratifico: en temas digitales tenemos muchos asuntos por resolver.
El primero, sin duda, es el entendimiento del valor de los activos digitales asociados a una marca. Es frecuente toparse con personajes que creen que por ser contratados por una empresa para hacer su sitio web, esto los hace dueños del dominio (nombre del sitio). Ese dominio lo compran con el dinero de la empresa y le pertenece a esa empresa, no a ellos. Luego, cuando hay que renovarlo, pasan una factura por intermediar en la compra; eso sí, por un valor muy superior. Lo peor es que, en varios casos, cuando se les pide que entreguen el control y la propiedad a su legítimo dueño, se niegan. Secuestradores de dominios también hay por montones.
Mientras escribo estas líneas me hierve la sangre. No hay derecho a ser tan poco ético en la vida. Recuerdo los casos de varias empresas de las cuales he sido su consultora, quienes me cuentan que prefirieron cambiar el nombre de su web que pagar a esas joyas de proveedores por lo que les pedían. Eso solo por mencionar el tema en cuestión, porque la calidad de los entregables de los sitios web también queda en entredicho.
Si quiere prevenir estas desafortunadas situaciones, piérdale miedo al mundo digital y entiéndalo desde una perspectiva estratégica, asuma la importancia de sus activos digitales, adminístrelos de manera directa y solo otorgue el acceso temporal a quienes contrata. Hacerlo de otra manera es como dejar las llaves de la casa pegadas, que entre cualquiera y que haga de las suyas.
También es de ayuda registrar su marca ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC). Así se protege el dominio de extensión .co y las cuentas en redes sociales en Colombia. Entre otras buenas prácticas están definir políticas de seguridad informática que incluyan temas de los activos digitales, usar las plataformas para negocios en las redes sociales, controlar los accesos y verificar las cuentas.
Por todo lo anterior las redes sociales no pueden ser el centro de la estrategia digital, son solo un canal de servicio al cliente, de relacionamiento y en muchos casos de ventas. No las sobrevalore. Por fortuna CONFA lo tenía claro. Estoy convencida de que van a recuperar el acceso a su cuenta porque tienen todo para demostrar la propiedad, de hecho, la página ya está fuera del aire. Para ellos toda mi solidaridad. Ahora a recoger de las lecciones aprendidas y a propender por proveedores éticos y empresarios que no se dejen enredar.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015