Elizabeth Ortiz Palacios * saludablearas@yahoo.com.co
El café en nuestro país es la bebida más apreciada. Aún se empieza la mañana con una taza humeante de esta semilla tostada. Distintos estudios afirman que -al menos- se consume una taza al día y, en promedio, tres, aunque hay quienes ingieren más.
A los residuos del café se le conoce comúnmente como borra, cascarilla, cuncho, poso o ripio. Esto es el sedimento que deja el café en un filtro, una vez que ha sido preparado y colado.
La borra del café tiene sorprendentes propiedades saludables, hay que tener en cuenta que sólo el 1% del grano llega a la taza. Los cunchos restantes de la cafetera, de las capsulas, aún están cargados de nutrientes, productos orgánicos y otras propiedades físicas que pueden aprovecharse.
Esto, unido al dato de que el sector genera al año 2 mil millones de toneladas de residuos y otros subproductos, hace pensar que los residuos se podrían reutilizar. Es lamentable tirar todas estas propiedades a la basura, pues -según las investigaciones- son muy ricos en fibra, compuestos fenólicos (conocidos por sus propiedades antioxidantes ), entre otros.
A pesar de las propiedades saludables de los residuos y de la cascarilla del fruto tostado, estos apenas se reutilizan en la industria alimentaria y acaban en los rellenos sanitarios.
Cuando los restos del café y su cascarilla se someten a una digestión in vitro en el laboratorio, un proceso que simula lo que ocurre cuando comemos, estas sustancias tienen una elevada capacidad prebiótica. Expresado de otra forma, los posos del café favorecen el crecimiento de bacterias buenas para el organismo humano, como las bifidobacterias o los lactobacilos. Estas disminuyen el crecimiento de organismos perjudiciales para los humanos (Staphylococcus aureus o Escherichia coli) presentes en algunos alimentos.
En la época del reciclado y la conciencia verde, al reutilizar los residuos del café llevaremos a cabo un gesto ecológico que, además, se ayudará a resolver varios retos domésticos de forma más natural. Entre los usos para aprovechar sus propiedades, sin recurrir a productos químicos o gastos extras, está:
* Quita el mal olor de las manos, ese que queda tras picar o pelar ajos o cebollas, manipular pescado, etc.
* Sirve como ambientador en basuras, nevera, armarios y vehículos.
* Los posos del café mejoran el drenaje y la ventilación de las plantas. Puede añadirlos a la maceta para ayudar a la retención de agua. Se puede poner directamente en los materos o unirlo a la tierra.
* Limpia sartenes. En esto colaboran sus propiedades abrasivas, que son útiles si necesita limpiar el fondo de una olla o una sartén no antiadherentes.
* Controla la ceniza de chimeneas y asadores. Los cunchos serán propicios antes de barrer las cenizas. Cúbralos con los restos de café mojado o húmedo, esto le ayudará a reducir el polvo y a controlar las cenizas.
* También sirve para quitar olores de los zapatos y de los pies, desatascar tuberías, son fuente de biodiésel, etc.
Nutricionista y dietista clínica de la Universidad Nacional de Colombia. Educadora acreditada en diabetes.
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