Elizabeth Ortiz Palacio
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Elizabeth Ortiz Palacios * saludablearas@yahoo.com.co
Viajar es un placer. El deseo de conocer lleva a emprender trayectos de un día o varios, de semanas o meses. En esto, las comidas juegan un papel fundamental.
El viajero hará frente a infecciones que pueden contraerse con el consumo de alimentos y agua. Pasa que el cuerpo no está acostumbrado a ciertas bacterias de otros lugares, de ahí que a los locales no les afecte como a los foráneos. La regla de oro siempre será 'mejor prevenir que curar'.
Para muchos viajeros, los alimentos no son lo más importante, pero es bueno tomar precauciones. Cada año millones de personas presentan diarrea. Los que corren más riesgos son aquellos con el sistema inmunitario debilitado, diabéticos, los que sufren enfermedad intestinal inflamatoria o cirrosis.
La diarrea es un trastorno digestivo que produce heces blandas, calambres abdominales, nauseas, vómitos, fiebre y, a veces, dolor en el recto. La incidencia es variable de acuerdo al destino y la temporada. Vale tener en cuenta que cuando se sale, se está expuesto a diferentes normas y prácticas sanitarias.
Los síntomas mejoran al cabo de uno o dos días sin tratamiento; otros pueden complicarse. La bacteria más común que causa el malestar es la Escherichia coli.
Por la perdida de líquidos, sales y minerales vitales durante la diarrea, es posible que la persona se deshidrate. Esto resulta peligroso en el caso de los niños y adultos mayores, acarreando complicaciones graves -entre ellas- el daño de órganos. Tema una deshidratación cuando haya debilidad, sequedad excesiva de la boca, sed intensa, orina escasa o nula, ojos hundidos y hasta pocas lágrimas al llorar.
Al presentar los síntomas, manténgase hidratado con ingestión de suero oral y tome de ocho a 10 vasos de líquidos claros durante el día. Ingiera una taza de líquido cada vez que tenga una deposición suelta. Consuma comidas pequeñas a lo largo del día, en lugar de tres porciones grandes. Tenga en la dieta alimentos salados como la sopa y los ricos en potasio como los plátanos, además de papas y jugo de frutas como el de guayaba, pera, manzana, estos sin azúcar. Si se está amamantando un bebe, se debe seguir haciéndolo. Si está usando una leche de fórmula, utilizarla con una concentración a la mitad durante tres alimentaciones después de iniciar la diarrea. Luego se puede retomar la alimentación regular.
De viaje, se recomienda:
- Lavarse las manos con agua y jabón antes de comer. De lo contrario, use un desinfectante para manos o gel a base de alcohol. No nade en agua que pueda estar contaminada y mantenga la boca cerrada cuando se baña.
- Mirar que los platos, cubiertos y utensilios de cocina estén limpios y secos antes de usarlos. Evitar el consumo de alimentos crudos o poco cocidos, en especial carnes o mariscos. No ingerir ensaladas crudas. Las frutas deben tener cáscara (banano, naranja, aguacate, etc).
- Procurar que los niños no se lleven objetos y las manos sucias a la boca.
- Limpiar todas las latas o botellas antes de beber o servir. Consumir los líquidos en sus empaques originales. Usar agua embotellada para lavarse la boca. Evitar la leche y derivados sin pasteurizar, incluso helados. Consumir bebidas calientes como el café, té o aromáticas. No utilizar hielo, pues el agua pudo no hervirse.
* Nutricionista y dietista clínica de la Universidad Nacional de Colombia. Educadora acreditada en diabetes.
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