Elizabeth Ortiz Palacios * saludablearas@yahoo.com.co
La obesidad, que fue definida hace dos décadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la epidemia del siglo XXI, guarda una estrecha relación con el consumo excesivo de azúcar. Esto sirvió al ser humano en tiempos en que se gastaban más calorías, pero ahora está jugando en su contra.
Las cifras de consumo de azúcar en muchos países superan la ingesta diaria recomendada por la OMS (10% de las calorías). Ahora como alternativa están los edulcorantes, sustancias que aportan un sabor dulce, pero con bajo contenido calórico. A estos también se les conoce como sustitutos del azúcar, edulcorantes acalóricos o edulcorantes no nutritivos.
La utilización de estos sustitutos es más común en la industria agroalimentaria. Van en salsas, productos de repostería o higiene personal, entre otros. Los hay de origen natural (glucósidos de esteviol, traumatina, etc) como sintéticos (sacarina, aspartame, etc). Pueden ayudar en un plan de adelgazamiento, pero no son una solución al sobrepeso o a la obesidad. Vale recordar que antes de autorizar su uso, las autoridades en salud fijan la cantidad máxima que se puede consumir de cada edulcorante. Se trata de la Ingesta Diaria Admisible (IDA), es decir, la cifra a partir de la cual su consumo deja de ser seguro.
El consumo de edulcorantes va en aumento, pese a que muchos ciudadanos creen que son cancerígenos. Esto lo niega la OMS. La entidad revisó, en el 2018, al aspartame: "No despierta preocupación en cuanto a su toxicidad. Es probable que esta creencia sea, en parte, la responsable del éxito de un edulcorante llamado estevia, que presume de provenir de una planta y -por tanto- tener origen natural".
Este último viene de la Stevia Rebaudiana, cuyo sabor dulce equivale a 300 veces más que el azúcar de mesa. Lo de natural es si se consume en hojas para tomar infusiones. El riesgo de esto radica en su concentración: No se puede conocer con exactitud qué cantidad de componentes tiene -por lo tanto- su efecto es imprevisible.
La utilización de los edulcolorantes como aditivo en alimentos es permanente. Algunos ejemplos:
Fructuosa: En refrescos de cola, naranja y limón.
Sacarina: En frutos secos, crema dental y bebidas con gas y de polvo.
Aspartarme: Bebidas refrescantes, helados sin azúcar y cereales.
Sucralosa: En mermeladas, barras de cereales, fruta enlatada y bebidas de café.
Traumatina: Fideos instantáneos, pan, pasteles y bebidas con gas.
Xilitol: Se encuentra en enjuagues bucales y cremas dentales.
Procure que la canasta familiar esté basada en alimentos frescos y menos procesados, más cuando en la familia hay sobrepeso, obesidad o diabetes.
* Nutricionista y dietista clínica de la Universidad Nacional de Colombia. Educadora acreditada en diabetes.
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