Elizabeth Ortiz Palacio
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Elizabeth Ortiz Palacios * saludablearas@yahoo.com.co
Cada vez hay más personas que se preocupan por su salud y que desean mejorar sus hábitos llevando una dieta más sana. Hay que identificar la realidad diaria y qué cambios serían los más pertinentes para fortalecer la alimentación. Antes de cualquier decisión, ya sea de eliminar, moderar o introducir un producto, es importante evaluar:
1. Lo saludable. Se suelen mantener diversos mitos sobre el consumo de muchos alimentos que se creen saludables, pero que no lo son. Hay que saber cuántos de ellos están presentes para poder controlar su frecuencia y su presentación. Vigile el tamaño de las porciones. Tenga en cuenta:
El consumo de azúcar no debe exceder el 5% de las calorías diarias.
Sustituya el arroz blanco por su versión integral. Ingiera más a menudo cereales como la quinua, pues estos ejercen un efecto protector frente al accidente cerebrovascular.
Consuma frutas y verduras, al menos, cinco veces al día.
Agregar leguminosas y frutos secos serán cruciales en la prevención de enfermedades crónicas. La idea es respaldada por investigaciones internacionales.
Cuanto menos alcohol tome, mejor. Estudios poblacionales muestran que no se puede atribuir beneficios a estas bebidas. Debe preocupar su implicación en enfermedades como el cáncer de colon y de mama.
El consumo habitual de precocidos aumenta la ingesta de sal y el riesgo cardiovascular. Comprar productos y cocinarlos hará que aprenda y que agrade el paladar.
2. Lo rápido. Si está consumiendo demasiados alimentos superfluos como la comida rápida, es probable que no se incluya lo saludable. Pequeños cambios como la elección de la sobremesa puede hacer que no haya lugar a inadecuadas opciones. No tome bebidas azucaradas y elija frutas de postre.
3. Los hábitos. Todo a su debido tiempo. Es importante seleccionar los más pertinentes dependiendo del momento en el que se encuentre.
4. Capacidad de cambio. Todo depende de cada persona. Valore:
Si consume comida rápida entre las comidas principales tenga por seguro que es una prioridad reducir ese consumo. Puede hacerlo de manera gradual para que el cambio de alimentación no sea drástico.
Si le encanta el chocolate tras las comidas principales, opte por una presentación menos perjudicial. Elija uno cuyo porcentaje de cacao este entre el 70 o 85%.
Si no quiere renunciar a salir de fiesta con sus amigos, incluyendo alguna bebida alcohólica, puede reducirlas.
Cada persona es un mundo y las acciones a emprender pueden ser muy diferentes. Lo recomendable es que aquellas que se tomen no sean abandonadas, es decir, que siga juiciosamente la nueva alimentación. En todo esto vale tener acompañamiento y consultar. Le ayudará a hacer una hoja de ruta personalizada.
* Nutricionista y dietista clínica de la Universidad Nacional de Colombia. Educadora acreditada en diabetes.
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