Esta nueva versión de nuestra historia Patria Colombiana al conmemorar la fiesta de la Independencia , me remite a la laureada cinta “Encanto” con sus pinceladas colombianas.
Ya lo sé , “Encanto”, que es verdad que la familia, como la Madrigal, ejemplo de la gesta narrada, ha sido protagonista de los avances de nuestra bella Nación, viviendo hogar, trabajo, penas y alegrías, fracasos y triunfos, casi siempre sin pasar de la pobreza y la modestia.
Es verdad que casi todos poseen dones y roles de significación, como los que desde hoy empiezan a vivir los elegidos por elección popular, pero no podemos olvidar que la Maribel, la sin dones de la familia, termina siendo la heroína, la protagonista sobresaliente; es verdad que el pueblo sencillo, pobre y marginado es siempre el protagonista que permite calificar las clases dirigentes, los que poseen el don de mando, como leales, certeros y positivos en sus gestiones.
Me parece sabio el recordar lo que otra protagonista de bellos filmes, como la incansable Mascha con su oso amigo, acompañante y mimoso, grita en determinado momento de sus travesuras: ‘definitivamente... es grande ser pequeña’; Colombia tiene la grandeza de sus habitantes, la mayoría pequeños por su marginación, pobreza y poco desarrollo... pero definitivamente su grandeza es inmensa porque gracias a su pequeñez el País avanza, inventa senderos, busca verdades, propone caminos.
Me ilumina otra buena película: “La, la, Land , que invita en medio de su trama ágil y musical a uno de sus protagonistas: “conviértete en quien eres”; es el mensaje al Sam de la película, pero también a cada colombiano; nos hace falta retomar el amor patrio , el no destruir los pasajes positivos de nuestra historia y el corregir sin odios lo oscuro de muchos caminos.
Me llama la atención que el inicio del Evangelio de Marcos ponga en labios de Jesús como su primer llamado: “conviértanse “, para ser lo que somos como cristianos, como colombianos, como ciudadanos.
Desde un ventanal, en su despedida matinal, la esposa dijo a su amado cónyuge: “ya sé cómo vivir este día... te amo”. Buena consigna para Colombia y cada colombiano. Todo mejoraría y viviríamos “el encanto” de ser vivientes hoy.