Aún debe estar en el despacho parroquial de la parroquia de San Diego, Caldas, un retrato del portentoso padre Daniel María López con la siguiente inscripción: “Rev. Padre Daniel M. López, fundador de San Diego y celebrante de la primera Misa que aquí se dijo el 29 de junio de 1900”.
 Hecho significativo que es eco de la festividad que hoy conmemora el cristianismo la memoria de los apóstoles Pedro y Pablo, columnas sólidas de los inicios evangelizadores que anuncian la Buena Nueva que si bien tiene algunos tachones en sus métodos comunicadores bien está que siga con su vital vigencia.
 Ayer hizo vigencia tal luminosa presencia crística en San Diego, hoy sigue en una de sus vertientes, el Magisterio eclesial local y universal que impulsan el caminar humano en medio de este cosmos.
 A nivel local es bueno destacar la primera carta de nuestro arzobispo que tituló: “Caminemos juntos” (Hacia un proyecto comunitario de misión, catequesis y pastoral); buen mapa de ruta a seguir en recta peregrinación.
 A nivel universal es pertinente resaltar tres cartas firmadas por el papa Francisco y que tocan temas de primera línea en la marcha humana de creyentes y no creyentes; tenerlas en cuenta es iluminar a profundidad jornadas de inmensa importancia.
 La carta “Laudato si” trata sobre el cuidado de nuestra casa común, la tierra, resaltando las raíces éticas y espirituales de los problemas ambientales que hoy marcan al mundo. Invita a la unión de todos para una comunión universal ante hechos importantes y para tener así una mayor sabiduría en la visión de problemas y soluciones frente al evidente cambio ambiental.
 Otra carta, “Fratelli tutti” (todos hermanos) señala la necesidad de la fraternidad y la amistad social, en caminos de reencuentro con nuevas visiones después de la pandemia; resalta como actitud necesaria para hacer posible mayor unidad la parábola profundamente bella y sabia del “buen samaritano” cuyas aplicaciones son concretas y saludables; ayudarán al mundo a superar con acierto la actual coyuntura universal.
 Una tercera carta “Querida Amazonía” enfoca la problemática actual en la zona de la Amazonía, pero abre puertas de diálogo, conservación y restauración de los beneficios que para el Planeta brotan de las selvas incluyendo la fecunda e inmensa del Amazonas. Unidos será mejor el camino.