Efrain Castaño


Se ha comentado que ha llegado sobre Colombia polvo del Sahara, del gran desierto que es mar de polvo y ceniza, de historias del pasado y pedazos de monumentos hermosos; se teme también que llegue polvo de guerra esparcido por vientos que traigan semillas destructivas.
Hoy tenemos la celebración del día de ceniza: hoy se esparce ceniza en toda frente y cabeza que reconoce que la vida es como átomo de una inmensa obra salida de la mano de Dios; que es cargada de sentido como pequeña semilla, que es realidad proclama en la frase tomada del Génesis: “Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás”, es polvo con historia es parte pequeña de una inmensa obra de amor y crecimiento llamada a dar fruto y de nuevo ser semilla, pequeña parte de inmensa jornada de amor creador.
Cada uno es como polvo que se pega a la sandalia del rey, del trabajador o del Salvador y transita la historia; es polvo que se hace arte en manos de un buen alfarero que sabe de vida y belleza; es semilla que se hace fruto y de nuevo queda como pequeño grano de mostaza.
Es pequeño polvo, semilla para crecer y dar fruto y que al final se dobla para quedar como nueva semilla, polvo vital, esta realidad invita a dar un sentido claro a la vida como crecimiento, floración, fructificación y muerte que no es destrucción sino razón final de una historia creciente de amor.
Con la celebración de la ceniza se inicia el tiempo de la Cuaresma, cuarenta días que a imitación de los cuarenta años pasados por Israel en la travesía por el desierto hacia la tierra propia saliendo de la esclavitud, así el pueblo creyente reinicia un camino de revisión e impulso hacia una vida nueva y mejor.
Es también eco de los cuarenta días que Jesús pasó en soledad para preparar la gesta de pasión y muerte hacia una resurrección, como muestra para nosotros que los pasos de la vida por buen camino son senderos de vida.
Con razón se acompaña la frase “recuerda que eres polvo”, con aquella otra “conviértete y cree en el Evangelio “que invita no a un camino ciego sino a un alegre estar, vivir y avanzar; cuando se llegue a ser de nuevo polvo, será un polvo que quedó cagado de bella historia.
Invitación a una buena Cuaresma tan necesaria para todos hoy.
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