Se narra que el 13 de abril de 1742, en Dublín, el gran compositor Jorge Federico Haendel entrenó su gran obra “el Mesías”, pero sin mucha aceptación; amante de la melodía este alemán naturalizado inglés siguió adelante con la creatividad en sus obras que se cuentan en 255, entre oratorios, salmos, cantatas, himnos, conciertos y sonatas.
Años más tarde, estando ya ciego, interpretó su “Mesías” que le llevó a la apoteosis por la emoción de los asistentes; cuentan que el mismo rey que allí estaba se puso de pie en el momento de la Aleluya y un largo aplauso y aclamaciones sellaron su recorrido musical, ya que falleció el 14 de abril de 1759, a los 74 años de edad
El gozo y la emoción que produce la ejecución y la audición de esta magistral obra es pincelada de lo que un creyente debe sentir en la Semana Santa, o Mayor así llamada.
La Verdad, la Bondad y la Belleza son valores que el ser humano busca y cuando los va encontrando crece el gozo y la certeza de la profundidad de la existencia.
Poder disfrutar de la Belleza y la Bondad dan a la vida un esplendor que eleva la existencia y la hace superar la medianía y la ordinariez, así como el pesimismo y desprecio de la historia personal y social; si a esto se suma el encuentro con la Verdad que responde a la multitud de interrogantes que llueven cada día, todo esto sitúa la existencia en alto nivel que redunda en el aprecio por este don maravilloso de vivir.
En Semana Santa la Verdad se revive, se continúa y se experimenta al contemplar, escuchar y reflexionar sobre la vida de Jesús de Nazareth que en su Pasión, Muerte y Resurrección hace pirotecnia real con la presencia de la bondad y la belleza ya que su vida y mensaje es amor que hace visible la solidez de la vida.
Ojalá la Semana Santa no pase como el agua sobre la piedra del río que la moja, pero no la penetra, sino que nos dejemos impactar por tan extremado amor que nos empapa de Verdad, Bondad y Belleza que debemos vivir en diario acontecer del recorrido vital. Feliz pascua, es decir un encuentro con esta realidad: la pasión y muerte afloran como el Mesías de Haendel en la felicidad de la pascua, encuentro de Verdad, Belleza y Bondad.