César Montoya


César Montoya Ocampo cmontoyao@hotmail.com
La autocrítica es una asepsia sobre la propia vida. Es un repaso severo de lo que se hace o se dejó de hacer. Volver atrás, tener valor para la sumersión a la hondura misteriosa de la conciencia. Es búsqueda de ese ego que esconde saldos rojos. No es fácil la autovaloración, ni es ejercicio placentero hacer hurgamientos para topar el porqué de los desvíos en la conducción del destino personal. Dicha actitud meditativa nos permite ingresar a nuestro universo lleno de bajíos y oleajes perpendiculares, con cavernas profundas, engañosas playas de arena y acantilados de golpeadas rocas.
La juventud pisa futuros. Contempla paisajes con arreboles cristalinos, construye su ambición en el presentido fluir de las alboradas. La juventud es estremecimiento, estallido para vigorizar ímpetus creadores. Tiene corazón para los pálpitos heróicos, arrojo para vencer obstáculos, músculo flexible para los escalamientos. Su ojo escrutador encuentra arquitecturas para edificar rascacielos en donde acomoda el ejército de sus ilusiones. Vive de mañanas, comparte la alegría de las auroras que ahuyentan los últimos reductos de las sombras nocturnas. Siempre tiene un más allá, nunca llega a últimos confines y cada jornada que supera es el escabel para nuevos horizontes. Abona esperanzas, en su jardín no hay flores marchitas y la escarcha matinal le abre senderos a la fuerza naciente de los macollos. Cuántos diseños imagina, qué intrepidez tiene para concebirlos, cómo su mundo está ahíto de angurrias celestes. La juventud es desbocamiento, alpinismo vigoroso, plataforma de lanzamientos espaciales. Estruja, tiene voz altisonante, la nutre demasías emotivas. ¿Detenerla? ¡Imposible! Destruye barreras, supera talanqueras, abate límites. Suya es la pasarela de la vida.
Con los años, cuando el sol declina y el rostro es un reducto geográfico de montañas y hondonadas, comienzan las reversas. Llegan las vespertinas y repican las campanas de la muerte. Un manto de penumbras cubre los afanes. Con pesaroso repaso toman imperio memorias dolorosas. Revienta el recuerdo con su altozano de secretos. Se abre la urna y desfilan nombres que evocan un clímax de pasiones. Retumban los jadeos de esperas que se alargan, oprimen los atafagos y los enigmas permanecen ocultos en la intimidad de los almanaques para ingresar al banco de los olvidos.
Como Sísifo, cuántos ascensos se truncan, cuántas batallas se pierden con un final de sorpresas. Duelen las maceraciones recibidas, rojas están las pantorrillas de golpes traicioneros, callosos los pies de trochas recorridas huyéndole a las canes hambrientos. Se acumulan más las adversidades que las esporádicas estrellas de la buena suerte. El camino no tiene alfombras afelpadas de color vivaz, sino senderos sembrados de espinas que deben ser sorteados con pies sangrantes.
Se pierden batallas. El adversario sorprende con asaltos de madrugada y se encarama en las atalayas defensivas. Penetra el Caballo de Troya a la ciudad y la fortaleza de Príamo es convertida en escombros desolados. El símil a diario se reedita. Los adversarios no descansan y buscan el Talón de Aquiles para triunfar en sus acometidas feroces. En guerra no se duerme. El soldado debe fulgir enhiesto, con el fusil al hombro, como centinela
insomne.
¿Cansancio? Imposible. Se marcha con intrepidez, la cabeza encasquetada con gorro frigio, ajustadas las grebas, embrazado el escudo, ceñido el yelmo, con ánimo cerril. Las trompetas hieren el aire con sus enfáticas tonadas, suena el repique de los tambores y marchan los escuadrones con aire militar. Ese temple marcial es vida que se extrovierte en bizarrías.
Retaguardias, no. Se nos dio la existencia para los comandos, para rutilar e imponer decisiones, para señalar normas severas en la hora de los balances. Hay que alimentar la llama de la guerra, participar en el intercambio de los disparos, el cuerpo en muñones desgarrados, pero jamás vencido.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015