Carlos E. Ruiz


Comienzo por decir que he sido alumno de los tres ingenieros Robledo-Isaza, entre los mejores profesores: Alfredo, que murió temprano, diseñador y constructor de estructuras metálicas audaces y el gestor de Manilit; Julio, pionero en la Mecánica del Suelo, con obra realizada en laboratorio, campo y aula, y Gustavo, de cátedra pública. Personalidades consistentes en la ingeniería y en la vocación de servicio ciudadano, a quienes tantos les debemos tanto.
Las iniciativas de Gustavo han sido continuas y de realizaciones concretas, aunque en algunas ocasiones despierta polémicas, siempre útiles, más por el énfasis o pasión en la promoción de las iniciativas. Obras suyas han sido, por ejemplo, el destino de aguas termales para el tratamiento de las aguas de consumo doméstico en la ciudad, y las de recreación saludable en las afueras; la idea de túneles para resolver problemas de vías en Manizales. Las primeras de todas ellas, las avenidas 12 de Octubre y Centenario, y la plaza de toros. La idea de puerto en Tribugá, problemática. Y la iniciativa de ferrocarril por divisoria de aguas entre la Orinoquia y la Amazonía, que todavía no se tiene en cuenta en la planeación vial, intermodal. Tuvo, asimismo, la idea de los puentes que ya se disfrutan como elusión a problemas antiguos en la Estampilla y la Estampillita. Y el proyecto de vía alterna al Magdalena... Es decir, se trata de personalidad creadora, con liderazgo reconocido en la ingeniería y en la vida cívica. Celebramos ahora sus 100 años de vida gestora y laboriosa.
En el caso del aeropuerto de cabotaje “La Nubia” se han exagerado, quizá por otros, sus propias apreciaciones. Ingenió y modeló la alternativa del “Aeropuerto de Palestina”, así llamado al principio, “Aerocafé” ahora. Y lo pensó estudiando normativa internacional, los enclaves geográficos y las características de aviones en aproximación, aterrizaje y despegue, con cifras deseables en la movilización de carga y pasajeros. La defensa del aeropuerto en Palestina se ha vuelto obstinada, excluyente.
A comienzos de los años setenta hicimos estudio en la UN sobre la situación aeroportuaria de Manizales, del cual se desprendió la validez de “La Nubia”, con la sugerencia de nueva pista que al reorientarse, con un poco de más longitud, atinaba en mejorar las condiciones de seguridad; obra ejecutada en el primer gobierno de Doña Pilar.
Conozco opiniones de pilotos veteranos que valoran las condiciones integrales de servicio en “La Nubia”. Y opiniones de extranjeros que nos visitan, igualmente asombrados por las condiciones de cercanía a la ciudad y la apreciación en el funcionamiento y de los entornos. Hay una “estratégica” concepción, con la idea de generar allí un “parque del conocimiento” que amplíe lo que con sindéresis viene desarrollándose en el “Campus-la-Nubia” de la UN, en alianza con diversos sectores académicos, privados y públicos. Pero al gobierno departamental actual se le ocurrió la mala idea de contratar estudio para urbanizar ese lugar.
La obsesión anti-Nubia ha llegado hasta no tolerarse opiniones discrepantes, lo que llevó a algunos a guardar silencio defensivo. También hubo la oferta de mejorar condiciones técnicas para ampliar su operación desde las 5 am hasta las 7 pm, por iniciativa y gestión de alto funcionario de nosotros en la Aeronáutica Civil. Más reciente, el gobernador anterior planteó esa iniciativa, pero al otro día de enunciarla en este diario, se volteó la página. Tampoco hemos examinado lo ocurrido en Medellín, cuando con ese espíritu emprendedor que caracteriza a los paisas se construyó el aeropuerto en Rionegro, con el deseo de abandonar, y colonizar de otra manera, el Olaya de aquella ciudad. Pero se impuso la opinión ciudadana y este se reactivó con impresionante respuesta de usuarios y empresas.
Hay, de igual modo, situación compleja que menciono para recordar. La decisión de sitio para el nuevo aeropuerto, de ambición regional, no mereció la concertación con las otras partes en la región de influencia (antiguo Caldas y norte del Valle), sino que fue una decisión en solitario de la dirigencia de Manizales. Deseable que con el tiempo la razón solidaria aflore y las ciudades hermanas, más próximas, se integren en la conurbación que se trabaja desde el “Plan 70”.
Hay que pensar en sostener el funcionamiento de “La Nubia”, mejorándolo en dotación de instrumentos y en el ambiente general, con el reconocimiento y la dignidad histórica que se merece, sin detrimento de otra opción regional más ambiciosa.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015