Carlos E. Ruiz


La educación es un tema crucial permanente, en lo variable de los métodos por las épocas, los intereses y por las maneras de concebir sus fines. La educación más efectiva ha de ser aquella que se ejerce con amabilidad, con la comprensión de situaciones de los alumnos y con sentido motivador para despertar inquietudes por el conocimiento, por la lectura, por los oficios, por la solidaridad, por la creación en artes y en aplicaciones camino de la ciencia.
Alejandro Gaviria es una personalidad pública, académico/intelectual, ahora sometida a intenso ritmo de promoción de su candidatura por la presidencia de Colombia. Es un espíritu muy afín al de Aldous Huxley (1894-1963), a quien le dedicó un libro con cuidadoso estudio de su vida y su obra, intitulado: “Otro fin del mundo es posible – Cómo Aldous Huxley puede salvarnos”. Obra con alusiones continuas a su novela “La isla” lo que me condujo a leerla y tomar notas, en especial sobre sus concepciones y métodos en educación.
En “La isla” Huxley expone a la manera de narrativa sus ideas y afinidades filosóficas y de acción transformadora. Un periodista encuentra en el Pacífico la “isla de Pati”, con la imaginación puesta en descubrir todo lo que en ella sucede de optimismo, de acción cooperada, de maneras progresivas de educación en competencia de habilidades y desarrollo de inquietudes por el conocimiento, ligado a expresiones creativas, del arte. Con el engranaje de no aceptar ideas preconcebidas, sin convertir en verdades las opiniones personales, apenas asumibles como hipótesis, de donde surge la actitud valedera del científico con despliegue ético.
El sistema educativo expuesto en “La isla” es afín con las tradiciones budistas. La preocupación esencial es por la educación elemental, verdadero punto de partida. En los adolescentes se inculca la singularidad de cada uno y la necesidad de unidad trascendental con todos los seres sensibles, con apoyo en asignaturas que desarrollan de fisiología y psicología. Se explora las condiciones propias de alumnos, en sus potencialidades, incluso al identificar capacidades predominantes para la visualización, el sentido de sociabilidad, de pensamiento, con predominio de imágenes o de palabras, la condición de narradores, las fortalezas para el análisis. De igual modo se identifican en ellos los talentos para la música, la matemática, el pensamiento lógico, el desempeño en la narrativa con las palabras y el dominio de la imaginación. De esta manera se acunan desarrollos singulares para que alcancen evoluciones favorables en sus predisposiciones sensibles.
El método pedagógico también busca reorientar las energías, por ejemplo si un niño presenta actitudes agresivas o de furia, se le indica la manera de disiparlas con juegos y respiración profunda. Se conduce la atención a lo que se ve y oye, con sentido de apreciar las maneras como se disponen los sentimientos y los deseos, que a su vez motivan expresiones con palabras para encontrar sentido. Se trata de una educación integradora que a la vez que reconoce y aprecia las condiciones primarias, individuales, despliega acciones de motivación con labores que vayan conduciendo el proceso formativo hacia niveles de identidad personal y aprendizajes en la vinculación de los hechos con las ideas.
Como criterio fundamental enfatizan la modestia y la ambición de vivir a plenitud en la condición de seres humanos, en empatía con las otras vidas que se dan en la naturaleza. De ese modo inducen procesos de investigación a partir de la biología aplicada, lecciones de ecología, con resultado en el cambio de actitud hacia el mundo y no seducidos por los espejismos del éxito y la felicidad. También se ocupan de la filosofía, con reflexiones sobre el sentido y parentesco de las palabras.
La motivación por la ciencia la inducen, de manera complementaria, al observar con detalle una flor común; se les pide a los chicos hacer una escritura analítica de ella, con el complemento de un dibujo, luego cierran los ojos por breve tiempo, y se les pide dibujar de nuevo en libertad lo que percibieron. Adquieren, en ese proceso, la visión de las cosas, como receptivos de las maravillas y asombros de lo existente. En esa experiencia confrontan lo analítico con la creatividad, en sentido complementario.
Así cabe la posibilidad de ser cada vez mejores, con la formación de docentes, especie de anfibios culturales, personas competentes en diversos campos.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015