Carlos Alberto Mazeneth Dávila


El apoyo del sector privado en el plan de vacunación es un salvavidas para el gran reto del Gobierno nacional. Por lo menos 7 millones de colombianos podrían quedar vacunados con la autorización de esta opción. La fuerza productiva de Colombia se podrá inmunizar y con ello la esperanza de acelerar la reactivación de una economía golpeada por un virus que resultó más próximo y agresivo de lo que creíamos.
Es necesario reconocer que como sociedad lo subestimamos. Se percibía lejos y, de repente, cumplimos un año en medio de la incertidumbre y de duelos directos o indirectos a causa de la covid 19. En abril del 2021, vamos a superar las 70 mil muertes y el pico en su tercera ola, según la voz de especialistas, se caracteriza por su letalidad en personas más jóvenes y aparentemente menos vulnerables.
El confinamiento continúa como una opción reactiva para afrontar los agresivos picos, y la alternancia en las empresas y en algunos colegios se convirtió en un remedio paliativo. Vamos y seguimos, todo continúa a medias y la vida de muchas personas está en riesgo. Por eso, es un bálsamo la aprobación del Ministerio de Salud para que el sector privado acceda a las vacunas y proteja a colaboradores y personas de su núcleo familiar. La vacuna no es solo una solución biológica, es también anímica, por lo tanto, influye en el restablecimiento de la cadena socioeconómica.
Este deseo no corresponde a un estilo de liderazgo que se basa en la necesidad de ver a la gente en sus puestos de trabajo, o que regresen a las instalaciones de las empresas, pues se demostró que las compañías sostenibles responden por sus objetivos desde la virtualidad. Esta propuesta, que fue persistente y hasta caprichosa, obedece mejor a la gran responsabilidad de las compañías con sus colaboradores y la vulnerabilidad de la que todos, sin distinción, hacemos parte.
Como líder de una empresa de servicios públicos en la que un 30% de la población laboral siempre ha estado en campo, manifesté y ahora ratifico total voluntad y apoyo para que los entes gubernamentales cuenten con nosotros y nos utilicen como salvavidas para cumplir esa gran meta de vacunación masiva, que más fácil se alcanzará si trabajamos en equipo. La principal ayuda que podemos dar al adquirir lotes de dosis es en la logística de la vacunación, por contar en las organizaciones con bases de datos que hace más asertiva la contractibilidad de las personas, una de las principales falencias que ha informado el sector salud para avanzar con el plan.
Es destacable la labor de los gremios en función de esta iniciativa. Fueron varios días a la espera de un sí a la vacunación por parte de privados. Sé que los empresarios responsables estamos listos. La salud es una gran inversión social para las empresas.
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