Camilo Vallejo
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People Contact, el TIM, la Zona Franca, Procuenca, la Asociación Cable Aéreo, la ERUM, la Promotora Energética del Centro, el Fondo Mixto de Cultura, Los Yarumos, el Hospital Veterinario… y sigue la lista. ¿Cuántas empresas públicas nos salieron mal en los últimos 20 años en Caldas?
Viene ahora otra empresa pública: la empresa Ideas Mas en Manizales. Que es lo mismo que Promueve Mas en Caldas, que a su vez es lo mismo que Valor Mas en Antioquia. Ideas a veces de más, para jugar con candela.
En lo personal, prefiero que se eviten este tipo de empresas, sobre todo en mercados y en gobiernos tan limitados en nuestra región. Aunque reconozco que algunos asuntos requieren un emprendimiento de Estado y que son su puesta en marcha las que salen mal.
Hay algunas lecciones por recoger.
En su formación, estas empresas “Mas” no son muy distintas a las mencionadas al principio. Una asociación con capital público en su gran mayoría. Que cumplen funciones que, en general, podrían hacer dentro de sus actividades las entidades que ya existen. Pero buscan a algún privado y alguna entidad de servicios públicos que los inserte en cualquier régimen especial de contratación.
En lo que va de su creación el año pasado, Promueve Mas tiene prácticamente un solo cliente, la Gobernación de Caldas. Dos convenios para que la empresa administre la maquinaria del mantenimiento de vías, que suman cerca de 15.000 millones, llegan a ser casi el total de sus ingresos (https://bit.ly/3fE90Zn) por contratos. En realidad es una actividad que antes se contrataba con la empresa mixta Emvías, hoy socia de Promueve Mas. Casi que depende de intermediar lo que antes hacía uno de sus socios. ¿Es buen negocio hoy?
Estas ideas en lo público siempre traen una promesa: hace 20 años, la venta de servicios y tecnología; ahora, los negocios sostenibles. Pero las promesas nunca vienen con un plan sólido para buscar inversiones o clientes. Tampoco llegan con un socio estratégico o experto en ese mercado, que enseñe y acompañe al gobierno. El error es crear estas empresas apenas como idea, como intento, como oportunidad, y no como el resultado de una estrategia previa en marcha.
Por ejemplo, el fracaso de la Zona Franca o del último intento de la Promotora de Energía, con Miel II, fue no pasar de la idea y quedarse sin los socios que necesitaba. Sobre People Contact y la ERUM se ha diagnosticado que nunca tuvieron un estudio de mercado sólido. En todas ellas dijeron que ya estaban buscando al socio y al cliente, que ya vinieron, que ya fuimos, que tenemos todo preparado. Nada. Al final, el lapso entre la promesa y su realización se alarga y termina siendo atractivo solo para los funcionarios públicos. Muchos atrapados en la idea de que contratar por regímenes especiales, por sí solo, garantiza más eficiencia y velocidad en los resultados. Otros enredados en la posibilidad clientelista de devolver favores más fácil dentro de empresas con normas enrevesadas y con más excusas para faltar a la transparencia: que la confidencialidad del negocio, que la reserva que nos pide el socio... y así nos tapan.
Como se ve, en la práctica es fácil descreer de las bondades del régimen especial. Se sigue con oficinas jurídicas que carecen de metodologías de compras que estudien mercados y precios para hacer sostenible una permanente negociación directa con proveedores. También porque la discrecionalidad pública al planear y contratar sigue sin supervisiones técnicas ni fiscalizaciones independientes.
Así fue el origen de Valor Más, la pionera. Lo describió bien la Fundación Paz y Reconciliación en 2019 (https://bit.ly/3ipl6qZ). Un juego de favores entre el gobernador Pérez de Antioquia y el director Tobón del IDEA, quien después fue candidato. En el que se nombró como cerebro a la esposa del congresista Juan Diego Gómez, ahora presidente del Senado. En el que se terminó con contratos directos con firmas cuestionadas como Furel S.A.
Para no seguir jugando con candela con estas ideas, se necesita una hoja de ruta de planeación, gobierno abierto y buenas prácticas de contratación. La historia nos da pistas. También nos deja un augurio para saber evitarlas cuando todavía toca hacer mucho esfuerzo para ver el negocio.
Entre bambalinas: Entre los últimos negocios público-privados, el que mejor nos ha salido es quizás el del SES Hospital de Caldas. Tiene resultados y ha logrado blindarse de los errores pasados en el sector salud.
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