En estos tiempos a los jóvenes se les hace un llamado a transformar la sociedad y trabajar para construir un futuro mejor, pero se han olvidado que les dejaron la gran responsabilidad de luchar por las herramientas para poder construir ese futuro mejor. Hoy los jóvenes no quieren casa, carro y beca, les interesa más viajar por el mundo y sentirse libres.

Esas ganas de libertad los lleva a dar valor a las cosas intangibles como puede ser una educación de calidad, una salud digna, un empleo digno o simplemente más tiempo libre para disfrutar haciendo lo que les gusta, como compartir con la familia, los amigos o tiempo de calidad para ellos mismos.

Se necesita una visión de país que los forme realmente para aportar a la sociedad en la que conviven, donde se entienda que las necesidades que demandan como individuos van más allá del propio bienestar personal y enfocado hacia una búsqueda del bienestar colectivo; el reto es enorme, donde deben asumir lo bueno y lo malo de sus antepasados y lidiar con ello aun cuando no fueron los causantes de esas problemáticas de la sociedad, no provocaron esas desigualdades sociales que tanto aquejan a los colombianos y al mundo entero aunque aun así deben asumirlas.

Pero eso no es excusa para afrontar y buscar las soluciones a esos problemas que quizás por temor de ser juzgados o señalados por ir en contra de lo que ya se normalizó y se acostumbró como sociedad, no se hace nada o se piensa que no hay nada diferente, peor aún, un desinterés de “como a mí no me afecta y eso solo le pasa a los demás, eso no me importa” pues es ahí donde se debe empezar a cambiar y si realmente se quiere, se debe empezar primero por cambiar como individuos y de esa manera también se empezará a cambiar el entorno, que a su vez se verá reflejado en la sociedad y el mundo.

Por eso no se tiene excusa para salir a exigir sus propios derechos de una manera que sean escuchados pero sin olvidar también sus propios deberes, en estos tiempos de marchas en una sociedad como la nuestra; lo primero que se debería hacer es pedir el certificado de votación aunque se creería que más allá de pedir un certificado de votación, es preocuparse por votar, los jóvenes tienen el futuro del país en sus manos pero no ejercen su derecho a elegir quienes los gobiernan, el reto de ellos es hacerse cargo ética y políticamente del curso del país, llevando a cabo acciones que impacten en la sociedad.

Porque aunque una gran parte de ciudadanos son buenos exigiendo sus derechos, a veces se les olvida ejercer sus deberes, y es claro también que se deben formar como ciudadanos responsables, donde se tenga una conciencia política basada en argumentos, se debe bajarle a las emociones y subirle a los hechos, porque aunque no les guste a muchos, se convive en un país ciento por ciento político.

De esta manera si se forma a los ciudadanos con una conciencia política, social y económica, donde por medio de la cultura y la pedagogía, sean quienes tengan más fuerza cuando se exijan los derechos y no se terminen agrediendo los unos con los otros, por pensar diferente, se debe entender que se puede ser diferente sin ser enemigo y siempre abra un punto de encuentro, para que de esta forma la sociedad colombiana no siga siendo guiada por unos cuantos que se hacen los sordos al clamor de la ciudadanía.