Blanca Mery Sánchez


Estar enfocados en una sola cosa se volvió un lujo. En el mundo de la multitarea la distracción es la constante, según la Universidad de Harvard el 48% del tiempo pensamos en algo diferente a lo que estamos haciendo y esto termina afectando todas las áreas de nuestras vidas.
Aprender a estar presente en el aquí y el ahora es indispensable para tener equilibrio en el presente y continuar estando vigentes en el futuro. El reto es entender ¿qué es lo que pasa en nuestra mente?, ¿qué la ocupa el pasado doloroso o el futuro incierto? Porque en ninguno de estos dos escenarios podremos crecer, progresar y sentirnos felices, o equilibrados al menos.
Entender en qué estado se encuentra nuestra mente. Alterada, tranquila o descontrolada también es un elemento que nos puede ayudar a cultivar el bienestar y la productividad que no son distantes entre sí, sino por el contrario complementarios, cuando alcanzamos una meta por pequeña que esta sea salimos por un instante del piloto automático y volvemos al presente a saborear ese triunfo, entonces que tentadora es la invitación a cultivar una atención plena que nos permita ser más conscientes de los avances que demos cada día.
Para lograr volver de regreso al presente existen muchas prácticas validadas por la neurociencia contemplativa que es la encargada de estudiar los procesos mentales y cerebrales que se desarrollan en la cabeza de las personas que aprenden a estar “despiertas” en el momento que están viviendo y que impactan positivamente en sus vidas y lo mejor es que todos podemos incorporarlas poco a poco en nuestra cotidianeidad:
-Respiración atenta: es diferente nuestra respiración cuando estamos tranquilos que cuando estamos tensos, por esto te propongo que hagas lo siguiente para cultivar la calma. Busca un lugar tranquilo en el cual puedes pasar algunos minutos sin ser interrumpido y siéntate a sentir como entra y sale el aire por tu nariz, puedes cerrar los ojos si esto te hace sentir bien o bajar la mirada. Cuenta en tu mente hasta cuatro al inhalar y hasta seis al exhalar, así te conectarás con tu cuerpo alargando intencionalmente tus respiraciones para calmar el sistema nervioso parasimpático y sentirte en calma.
-Micropausas conscientes: para lo que estés haciendo, toma aire por la nariz y exhala lentamente tres veces, repite esta acción en varios momentos del día que te sientas tenso, distraído o nervioso, con solo hacer este ejercicio verás cómo logras reducir tu estrés y mejorar el enfoque.
- Pregúntate: ¿Cómo siento? (nervioso, alegre, distraído…) y ¿qué tanta energía tengo? Si estás experimentado una emoción complicada o estás bajo de energía cambia de actividad, si es posible toma una caminata corta, escucha música o toma un vaso de agua fría, esto hace que tu cerebro desconecte la tarea que estaba realizando, se refresque y esté listo para volverse a enfocar, recuerda que estar ocupado no es lo mismo que ser productivo.
Cultivar la atención puede hacerse de muchas formas, pero es indispensable salir de la dispersión mental a la que nos estamos acostumbrando porque nos afecta tanto física, como emocional y cognitivamente.
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