El profesor Francisco Cajiao escribió recientemente un artículo en el periódico El Tiempo sobre las buenas maneras que debemos tener todos los seres humanos, comportamiento que se empezó a gestar en las cortes entre los siglos XVI y XVII, con lo que se dio origen a lo que hoy en día se conoce como la buena educación.
Con esas buenas maneras se logró que se resolvieran los conflictos y diferencias por vías distintas a las confrontaciones violentas, propiciando un cambio en el comportamiento entre las personas, evitando peleas y hasta duelos.
Dice el profesor que “…El hecho de comportarse de manera civilizada no surgió naturalmente, sino que requirió de un largo proceso de evolución social. Inicialmente las normas de cortesía aparecieron en las cortes, posteriormente se trasladaron a la burguesía, para convertirse en las pautas de comportamiento apropiadas para toda la ciudadanía…” y además, “…una de las formas de control social para imponer los códigos de buenas maneras, fue la admisión o el rechazo en determinados círculos sociales. Con este buen comportamiento se hizo evidente que la convivencia y los negocios entre los ciudadanos e inclusive la resolución de conflictos pueden ser más satisfactorias y eficaces cuando prima la cortesía, sobre la intimidación, la extorsión y la agresión. Normas de urbanidad que incluyen buenos hábitos de aseo y salud, alimentación, modales de mesa, indicaciones de comportamiento y vestuario en diversos espacios de la ciudad y en ambientes sociales, como reuniones, espectáculos y fiestas…”
Lamentablemente, con el paso de los años este comportamiento de las “buenas maneras” se ha venido perdiendo y en lo que va transcurrido en el presente siglo se ha agudizado con la presencia de las redes sociales.
Una reciente declaración de una extrabajadora de Facebook ante un subcomité del Senado de Estados Unidos informó que la actualización del algoritmo ‘Familia y amigos’ de Facebook, que Mark Zuckerberg dueño de esa empresa, anunció en el 2018 que estaba diseñado para reducir la angustia que producía en las personas el uso de la plataforma, en la realidad ha contribuido para aumentar la polarización política, el odio y la desinformación.
Las redes sociales se han convertido en un vehículo para la confrontación violenta. Cualquier comentario que se haga en ellas, inmediatamente es cuestionado y atacado agresivamente.
Ahora parece que las buenas maneras están es desuso. Una muestra de esto fue lo que sucedió en el pasado congreso de Fenalco celebrado recientemente en Cartagena, donde posaron para una foto los precandidatos a la presidencia Federico Gutiérrez, Alejandro Gaviria y Sergio Fajardo, que lo único que les une es ser antioqueños, porque políticamente están totalmente distanciados.
Tan pronto salió publicada la foto en los medios de comunicación, “estallaron” las redes sociales y arreciaron las críticas contra los tres políticos por haberse fotografiado juntos.
Sin lugar a dudas, haber posado en la foto juntos, en un ambiente cordial, es un signo de buenas maneras que nada tiene que ver con sus convicciones políticas. Se podría decir “que lo cortés no quita lo valiente”
Como decía el profesor Cajiao en su artículo: “Las buenas maneras no resolverán todos nuestros problemas, pero son un ingrediente fundamental de la civilización, la confianza y la convivencia ciudadana”.
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