Estamos a un poco más de un mes de la primera vuelta para la elección del próximo presidente de la república, la campaña se encuentra en pleno furor, los candidatos están más dedicados a atacarse y defenderse que en explicar sus programas de gobierno. Las elecciones para el congreso lograron disminuir a ocho los candidatos a la presidencia y, según las encuestas, dos son los más opcionados.
Sergio Fajardo, está relegado a un tercer lugar, muy lejos de los punteros y con una votación en las pasadas consultas excesivamente baja y Rodolfo Hernández se fue a visitar al papa y pareciera que no ha regresado.
Los candidatos también andan desesperados buscando alianzas políticas, siendo las más apetecidas la del Partido Liberal y la de Cambio Radical. César Gaviria pasó de ser un político serio, frio y distante, a convertirse en un completo politiquero, manejando al partido liberal como un verdadero “césar”. Todo apunta a que no va a ser capaz de tomar una decisión y al final sus dirigidos van a acompañar al que mejor les parezca.
Cambio Radical, partido de Germán Vargas, quien funge como expresidente sin haber sido presidente, tampoco ha sido capaz de definir el candidato a apoyar y lo más seguro, cuando tome la decisión, sus seguidores no la van a aceptar.
La figura de la vicepresidencia se instauró desde la independencia, con el general Santander, que entre otras terminó agarrado con el presidente Bolívar, y funcionó todo el siglo diecinueve hasta principios del siglo veinte. A principios del siglo pasado, el presidente San Clemente de 84 años de edad, fue objeto de un golpe de Estado de su vicepresidente José Manuel Marroquín, de 74 años de edad, lo que propició que, a partir de ese momento se tuviera la idea de que los vicepresidentes se convierten en unos conspiradores para llegar al poder.
En el mandato de Núñez, quien fue cuatro veces presidente, el que gobernó fue su vicepresidente Miguel Antonio Caro. A Núñez le gustaba más el clima de su natal Cartagena y el cariño que le prodigaba su amada Soledad Román, que gobernar el país. Rafael Reyes, en su mandato, se encartó con su vicepresidente y logró que éste renunciara. Después de este hecho, desde el año 1910 se estableció en el país la figura del designado presidencial, cuya misión era reemplazar al presidente en caso de ausencia temporal o definitiva. Esta figura funcionó bien hasta el año 1991.
Fueron muchos los designados que tuvieron su “palomita” y lograron su título de expresidentes y su pensión vitalicia. Los más destacados fueron: Darío Echandía, que gobernó por ocho meses, Alberto Lleras Camargo que lo hizo por un año y Roberto Urdaneta Arbeláez quien estuvo por un poco más de un año. Lo anecdótico es que muchos expresidentes de ocho días de mandato se posesionaban en tarima en la Plaza de Bolívar de Bogotá.
Los designados presidenciales no eran funcionarios públicos, no recibían ingresos del Estado y vivían en sus propias casas. Sin embargo, los constituyentes del 91 no solo crearon la figura de la vicepresidencia, sino que le asignaron vivienda y sueldo, así sea su principal actividad la de esperar la muerte o destitución del presidente de turno o que este le dé su palomita para que por pocos días de mandato, quede con pensión de expresidente.
La búsqueda de aliados políticos y de votos ha traído consigo que algunos candidatos no escojan a su coequipero por su capacidades y experiencia, lo que puede ser muy riesgoso para el país, porque al fin y al cabo puede llegar a suceder que si por cualquier razón el presidente falta definitivamente, el que lo suceda no tenga mayor preparación.
Ñapa: No deja de ser inquietante que el candidato más opcionado a ganar la presidencia, al parecer no goce de credibilidad y haya tenido que comprometerse ante un notario a no expropiar en su eventual mandato. Así mismo genera inquietud, que con el “perdón social” esté promocionando la posibilidad de reducir las penas a los corruptos y que, por otro lado, después de hacer elegir a una senadora, la descalifique por sus enredos con la justicia. Eso además de otras “perlas” que plantea en sus propuestas de gobierno. Es increíble la resistencia del “efecto teflón” de Petro.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015