El Hospital Universitario de Caldas empezó a funcionar al inicio de la década de los años sesenta y llegó a convertirse en un referente en el manejo de la salud y educación a nivel regional y nacional. En sus buenas épocas atendía y recibía pacientes de todo el viejo Caldas y del norte del Tolima. Era multifuncional. Allí se atendía todo tipo de enfermedades y era un excelente centro de formación.
Lamentablemente con el paso de los años, el mal manejo administrativo y la incapacidad de adaptarse al nuevo modelo de manejo de la salud le generó grandes dificultades financieras, lo que unido a una alta burocracia, terminó desangrando la institución y finalmente trajo consigo su cierre en el 2004.
Su planta física a principios del siglo no cumplía con las normas sismorresistentes por lo que requirió un reforzamiento estructural. Para el año 2005 el alcalde de la época, Luis Roberto Rivas, cumpliendo una promesa de campaña, trabajó intensamente para la reapertura de este centro de salud. Fue una tarea titánica. Finalmente logró reforzarlo estructuralmente y lo volvió a abrir. 
Desde antes que se cerrera el antiguo hospital, en sus instalaciones trabajaba Servicios Especiales de Salud, S.E.S., fundación mixta, cuyos aportantes son por partes iguales entidades públicas -lideradas por la Alcaldía de Manizales- y privadas -lideradas por Casa Luker-. Fundación que prestaba en esa época servicios de imágenes diagnósticas, con equipos de alta tecnología y que desde hace más de treinta años es manejada por la hoy Caldense del año Ángela María Toro Mejía.
Para el nuevo hospital, el alcalde Rivas nombró como administrador al SES, con lo que logró que su funcionamiento estuviera ajeno de los vaivenes políticos, que fuera eficiente y que su administración permaneciera en el tiempo.
El Hospital de Caldas ha logrado posicionar su imagen en un momento en el que más del 90% de la población tiene seguridad social y que el servicio es muy competido. Esto se ha dado por la administración de Ángela Toro, o más bien la “Dama de Hierro”, como la denominó una periodista de LA PATRIA, y por el compromiso de la planta de personal, lo mismo que por sus instalaciones y por su dotación hospitalaria. 
Con el cambio del sistema de manejo de la salud se mejoró enormemente la cobertura, pero la prestación está siendo muy cuestionada. Las EPS no están prestando eficientemente sus servicios, hay permanentes denuncias de corrupción y las deudas a los hospitales son inmensas, deudas a las que no ha sido ajena el Hospital de Caldas; sin embargo, la Dama de Hierro ha podido sobrellevar estas dificultades e inclusive está proponiendo nuevos servicios por parte de la institución.
Ángela logró que el Hospital volviera a ser universitario, que era un anhelo de los médicos de la ciudad -la mayoría de ellos se formaron allí- y en general de toda la comunidad. Posicionó la institución como el mejor hospital del Eje Cafetero, que sea el décimo octavo en Colombia y que esté en el top 50 de Latinoamérica. Ahora está interesada en ofrecer los servicios oncológicos en radioterapia y quimioterapia. Reto nada fácil, toda vez que el cáncer en nuestro medio cada día es más agresivo y requiere una atención inmediata, con tecnología de punta. 
Todo lo que se haga en beneficio de la atención en salud en la ciudad es bienvenido. Con esto se contribuye al mejoramiento de las condiciones de vida de los manizaleños, por eso son muy importantes los logros obtenidos y que se lleven a cabo los retos que se tienen programados en el Hospital Universitario de Caldas.