Como es usual cada cuatro años, las administraciones municipales y las gobernaciones  tienen que elaborar sus planes de desarrollo, que no son otra cosa que la hoja de ruta de su administración y que deben ser elaborados con base en el programa de gobierno que propusieron cuando eran candidatos. Con esto la ley pretende evitar es que el candidato proponga una cosa y termine ejecutando, como gobernante, otra muy distinta.
El marco legal establece que en los dos primeros meses de su mandato los alcaldes deben elaborar la propuesta del plan de desarrollo, al tercer mes debe pasar a consideración del Consejo Territorial de Planeación para su revisión y el 1 de abril debe ser presentado a consideración del Concejo municipal, para su aprobación. Dentro de este trámite se deben surtir una serie de procesos. En su formulación, el plan debe ser ampliamente socializado ante la comunidad; igualmente, tiene que ser aprobado por las CAR, en nuestro caso Corpocaldas, en los puntos que tengan que ver con los temas ambientales; además, debe haber un concepto del Consejo territorial, que no es de obligatorio cumplimiento.
El Concejo municipal o la Asamblea departamental disponen de un mes para su aprobación y si proponen modificaciones estas solo se pueden hacer siempre y cuando tengan el aval de la administración. Si pasado un mes el Concejo no  ha tomado una decisión sobre el plan propuesto, queda en firme lo presentado por el ejecutivo. Si el Concejo decide no aprobar el plan propuesto, debe sustentar su decisión debidamente motivada, y la administración tiene que volver a hacer todo el trámite para su aprobación.
En nuestro caso, tanto en Manizales como en el departamento, los gobernantes han hecho la tarea. El énfasis del alcalde Marín está en su apuesta en mejorar la movilidad en la ciudad, siendo su eje central implementar lo que en su momento se llamó el Sistema Integrado de Transporte. Esto  incluye la construcción de otras líneas del cable aéreo, que de concretarse generarían un alto impacto para la ciudad, especialmente para los sectores más vulnerables.
La principal propuesta del gobernador es sacar adelante el Aeropuerto de Palestina. Para esto cuenta con un gran aliado que es el presidente de la República. Todo apunta a que la licitación para su construcción debe salir en estos días y a que se inicie su construcción antes de que finalice el presente año. Siendo esto así, aparentemente el presidente Duque podrá cumplir con su promesa de campaña de que durante el ejercicio de su mandato aterrizará en este aeropuerto. Claro está que si por alguna razón no puede hacerlo, al menos lo que necesitamos los caldenses, es que las obras queden en el punto de no retorno al finalizar su mandato.
Dentro de los planes de desarrollo que se están formulando hay un tema muy importante que debe quedar incluido, y es el referente a la primera infancia. En la ciudad hay una mesa conformada por diez instituciones denominada “Primero la Infancia” que son ampliamente conocedoras del tema y que han estado generando recomendaciones muy sólidas a la administración municipal, al departamento y a las entidades nacionales sobre la importancia del desarrollo integral de los niños entre las edades de cero a cinco años. Estudios serios han demostrado que cuando hay un acompañamiento adecuado en este rango de edad en la alimentación, formación y apoyo psicosocial, se forja un sistema inmunológico con mayor resistencia a enfermedades comunes y genera unas muy buenas  conexiones neuronales, lo que implica una mayor capacidad de aprendizaje en su ciclo educativo. Este, sin duda, es un propósito común de Alcaldía y Gobernación de alto impacto y urgencia para cualquier sociedad.