Después de haber pasado la página de una campaña presidencial que se destacó por los ataques, las injurias y las mentiras, estamos ad-portas del inicio del nuevo gobierno, proceso de transición que inició la semana pasada con la instalación del nuevo Congreso de la República.
En 19 hojas que fueron leídas en un tiempo 40 minutos quedó plasmado el discurso de instalación del nuevo Congreso del presidente Duque. Allí presentó y defendió toda su obra de gobierno que, entre otras, ha estado promocionando fuertemente en los últimos días en los principales medios de comunicación escritos, radiales y de televisión, sin escatimar en recursos para mostrar públicamente toda su gestión.
Lo normal es que en la instalación del nuevo Congreso los gobernantes que están de salida aprovechen la oportunidad para despedirse del gobierno y presentar todas las actividades realizadas durante su administración. Duque pronunció el discurso ante un Congreso diferente al que lo acompañó durante sus cuatro años de gobierno y que en este caso era de mayoría petrista, estando integrado por quienes acompañaron a Petro en su campaña y los que se le unieron después de haber sido elegido. Nunca antes en la historia del país un gobernante había iniciado su mandato con tan amplias mayorías en el Congreso.
Cuando Duque en su discurso defendió su labor con el cumplimiento de los acuerdos firmados con las Farc se desató una protesta airada por parte de los congresistas asistentes, convirtiéndose el “recinto sagrado de la democracia” en una verdadera plaza de mercado. Ante este comportamiento el presidente optó por seguir leyendo su discurso en tono también airado, contribuyendo a hacer más grotesco el ambiente. Inclusive exacerbó los ánimos al lanzar puyas contra Petro.
La imagen de los congresistas entre la comunidad está totalmente caída, pues el nivel de desaprobación es del 86% y el reciente comportamiento del “Congreso del cambio” poco contribuye a mejorar la imagen. Nunca antes en la historia del país se había presentado un trato tan grosero y bajo por parte del Congreso hacia un presidente en ejercicio. Se dice que el ejemplo es el mejor maestro y ¡Qué malos profesores son nuestros congresistas!
Con conservar los buenos modales y las buenas costumbres nada se pierde y, por el contrario, es mucho lo que se gana. Si en el caso de la reciente instalación del Congreso, los congresistas hubieran esperado a que el presidente terminara su discurso y que la persona que fue designada para hacer la réplica se hubiera pronunciado al respecto tranquilamente, tal y como lo dispone el marco legal, se hubiese dado un verdadero golpe de opinión y una magnifica presentación del Congreso del cambio. Tampoco fue de buena presentación que el Presidente no hubiera tenido la cortesía de escuchar la réplica y se hubiera retirado del recinto tan pronto terminó su intervención.
No deja de ser muy asustador para el país el momento que estamos viviendo, pues el presidente Petro pretende llevar a cabo una serie de reformas muy relevantes para nuestro futuro y economía como lo son la tributaria, la agraria, a la salud y la transformación de la Policía. Además, están la creación de dos nuevos ministerios, el nuevo plan de desarrollo, el interés de acabar con la Procuraduría —como un posible acto de retaliación—  y todo el compromiso y trabajo que va a requerir para controlar la inflación y  la devaluación del peso frente al dólar.
El  temor generalizado obedece a que un Congreso de abierta mayoría gobiernista actúe como una aplanadora y apruebe las propuestas a pupitrazo, sin mayor análisis ni estudio, quedando los colombianos en las manos de lo que buenamente pueda hacer la Corte Constitucional para protegernos.
Ñapa: Lo más complicado de lo que está sucediendo con respecto al aeropuerto de Palestina es que mientras se surten todos los trámites jurídicos de la terminación del contrato puede terminarse la administración Petro sin que se haya movido un solo metro cúbico de tierra. Urge procurar que entre las partes se pueda llegar a una conciliación, para que se puedan reiniciar los trabajos lo más rápidamente posible.