¿Por qué seguimos eligiendo a los corruptos? ¿Cuándo se opacó tanto nuestra conciencia que importa más la plata pagada por un voto o la promesa de un favor político, nunca gratuito, que la dignidad? Esta red que organizó el senador Mario Castaño en torno a su ejercicio político para lograr beneficios económicos para él y sus secuaces no es nueva en Caldas, no nos digamos mentiras. En la época en la que mi papá ejerció la política, cuando el partido Liberal no era un antro de ladrones que venden sus conciencias al mejor postor (por ejemplo a Petro) la cosa ya empezaba a ir mal, eso causó una enemistad irreconciliable entre mi padre, Jaime Chaves Echeverri y el ya fallecido senador Víctor Renán Barco, que no me queda la menor duda, fue uno de los causantes de la degeneración de la forma de hacer política en Caldas, ahí está su secuaz, Ferney Tapasco, pagando una condena por el asesinato de Orlando Sierra, quien se atrevió a denunciar todas las cochinadas que hacían estos políticos.
Entre la familia se cuenta la anécdota del odio tan visceral que sentía Renán Barco por mi papá, que se le oía decir que no lo mandaba a matar por respeto a mi mamá. Pero claro, mi papá representaba el ejercicio de la otra política, la que se hace con inteligencia, pensando en el beneficio de la mayoría y no en el propio, sin opacar a las figuras nuevas que pueden surgir y proponer buenas ideas; bajo la tutela de mi papá se formaron exponentes de la política caldense, a las que apoyó sin egoísmo, por ejemplo Luis Guillermo Giraldo Hurtado, aunque a la postre lo hayan traicionado o se hayan dejado vencer por la tentación de las malas prácticas políticas y la ambición personal.
Oyendo los audios que se han difundido, de las conversaciones entre Mario Castaño y sus secuaces, lo que resalta es la bajeza de esas personas: “Quibo Gonorrea, ¿cómo amaneció?” a mí no me queda duda de a quien le queda mejor el calificativo, entre estos dos personajes que se saludan tan vulgarmente, tampoco me queda duda de quién ha sido el transmisor de esta enfermedad moral, que está tan bien representada con esa palabra, a cuántos ha contagiado con su corrupción, cuántas conciencias ha comprado y anulado para fortalecer su organización criminal, como la llama la Fiscalía. A usted, que está leyendo esto, ¿ya le compraron el voto? Qué va a hacer mañana cuando esté frente al tarjetón, solo, con su conciencia, y esté a punto de marcar su voto, ¿le va a entregar el alma al diablo y el país a un corrupto?
Si no le queda claro lo que para el senador Castaño representa el ejercicio de la política, acá transcribo un aparte de la conversación que sostuvo con su principal aliado, quien ahora huye de la justicia: “Usted es un marica, usted se va para allá a pensar solo en votos, hay que pensar en el billete, uno tiene que ser empresario antes que político”. Lamentablemente eso que expresa este senador tan claramente no es exclusivo de él, hay otros muchos que piensan como él y se han enriquecido, o se quieren enriquecer a costa del patrimonio público, que usted y yo aportamos con nuestros impuestos, así que mejor investigue por quién piensa votar mañana, para que después no se arrepienta: “No es la política la que hace a un candidato convertirse en ladrón, es tu voto el que hace a un ladrón convertirse en político” dice un graffiti magnífico que me llegó por ahí.
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