La contención emocional es una herramienta muy valiosa, de primeros auxilios, diría yo, cuando se presenta una crisis emocional, a los padres se nos recuerda brindar contención a nuestros hijos; la psicóloga María Isabel Guerrero, fundadora del movimiento Padres Coherentes, lo plasma así en uno de sus Cien regalos para usar todo el año; “Haz de tu casa un hogar: Nuestra casa debe ser el hogar donde nuestro hijo encuentre contención, seguridad, afecto y límites claros”.
Pero para algunos de nosotros el término contención emocional es nuevo, así que acá voy a tratar de aclararlo; su principal objetivo es calmar y estimular la confianza de la persona que se encuentra afectada por una crisis emocional. Quienes vivimos con adolescentes sabemos que en cualquier momento los hijos manifiestan estas situaciones, para ellos, por su proceso hormonal, es algo común vivir en una montaña rusa emocional, en donde pasan de la risa al llanto con tanta facilidad, que para los padres y quienes conviven con ellos es difícil seguirles el paso. Pero como padres nunca debemos menospreciar las emociones de nuestros hijos, ni minimizarlas, debemos tener una actitud empática, este es uno de los principales mecanismos de la contención emocional; tratar de ponernos por un instante en los zapatos de nuestro hijo para comprender sus emociones. Hay que evitar frases como “no llores”, “eso no tiene importancia”, “no tienes por qué enojarte”, y otras tantas, que cada uno sabe que usa, en vez de eso debemos tener una actitud de escucha activa y respetuosa; debemos tratar de escuchar con atención, sin juzgar, sin regañar, cuidando nuestro tono de voz y nuestro lenguaje corporal; debemos evitar elevar la voz, cruzarnos de brazos, no estar pendientes del celular, tratar de mirarlo a los ojos y si no quiere contarnos lo que sucede, darle tiempo. Cuando nos cuente lo que le está pasando debemos tratar de expresar comprensión frente a sus sentimientos con frases sencillas como “entiendo que sientas miedo”, “comprendo por qué te sientes enojada”, “está bien que te sientas triste”.
La terapeuta Valery Flórez expresa en su artículo ¿A qué nos referimos cuando hablamos de contención emocional? que “en la vida cotidiana no es necesario ser psicólogos, orientadores ni terapeutas para dar contención emocional a quienes nos rodean. El hecho de estar en disposición de escuchar con atención lo que el otro nos quiere transmitir, sin prejuicios, ni ideas preconcebidas, y situarnos con el corazón abierto frente a él o ella, ya es contener emocionalmente”.
Los padres debemos estar atentos, pues a veces nuestros hijos en sus crisis emocionales están manifestando verdaderos problemas que requieren una intervención más profunda o atención profesional, algunas de estas situaciones pueden ser; embarazos no deseados, noviazgos violentos, abuso sexual, acoso escolar, ideaciones suicidas, problemas alimenticios como anorexia o bulimia, uso de drogas, alcoholismo o conflictos respecto a su identidad u orientación sexual. Así que si promovemos la sana comunicación y la contención en nuestros hogares, podremos saber oportunamente cuando nuestro hijo o hija se enfrente a una situación de riesgo y lo podremos ayudar a tiempo.
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