La mejor época para viajar el Guainía es el verano, temporada que se alarga entre diciembre y Semana Santa. Asegurarse bien de los itinerarios de las empresas aéreas. Últimamente Satena ha perjudicado a algunos grupos de turistas que estando en Inírida y habiendo programado algunas actividades debieron suprimirlas por cambio de horario de vuelo a última hora. Así me lo manifestaron los interesados. Los colombianos que en medio de tantas adversidades no perdemos el humor, han hallado en Inírida la forma de sacarle jugo a la situación y dicen que el avión llega de un momento a otro, ni un minuto más ni un minuto menos.
Un lector me recordó que su mejor foto fueron los hilos de plata de los Cerros y tiene razón. Los turistas advertidos desean que llueva sobre los Cerros y que luego haya buena luz para lograr la espectacular foto. Los Cerros son prolongación hacia el occidente del llamado Escudo Guyanés, sistema de picos rocosos de la Gran Sabana Venezolana y que son considerados por algunos como las rocas más antiguas del planeta. Las lluvias a lo largo de millones de años han formado canales en los Cerros. Por estos canales descienden las aguas que con la luz y gracias al contraste del granito negro oxidado que componen las rocas, brillan como hilos de plata. El espectáculo es bellísimo. La leyenda dice que son las lágrimas de la princesa Densicoira.
Cuando China me invitó para que presentara mi primer libro “Colombia Secreta” (Unseen Colombia, en su versión inglesa) la foto que ampliaron y que llenó toda la pared central de la Biblioteca Nacional China en Beijing fue precisamente la de los hilos de plata en el Cerro El Mono. En el libro que acabo de lanzar, “Paraísos de Colombia” también aparece la foto, pero no es la del primer libro. 
Caño Vitina es un balneario que se encuentra a 14,5 kilómetros de la ciudad por una carretera pavimentada que avanza entre bellas sabanas en las que abundan las flores del Inírida. El balneario, muy visitado por los iniridenses, es un caño de aguas rojo-anaranjadas, especial para fotos y en medio de los calores de la selva ofrece un buen relax. A medio camino entre la ciudad y Caño Vitina se encuentra el glamping de Camilo Puentes, que lleva por nombre “bajo el cielo” y es muy solicitado por los turistas por las comodidades que ofrece y por hallarse en medio de una silenciosa sabana. Al lado se encuentra el campo de flores de Inírida de Marta Toledo. Es visita obligada.
Una comunidad indígena que debe visitarse y que se encuentra muy cercana a Inírida y a la que se llega en vehículo es la de Coco Viejo. Sus miembros pertenecen a la etnia Kurripaca. Tres son los atractivos principales que ofrece: las artesanías, los petroglifos y los paisajes del río Inírida. Aquí se consiguen las más bellas artesanías del departamento. Los indígenas del Coco son verdaderos artistas en alfarería y cestería y utilizan arcilla, palma de cumare y fibra de chiqui-chiqui como materia prima. La palma de quiqui-chiqui fue un recurso natural abundante en otras épocas y fuente de riqueza para muchas familias indígenas. Se utiliza para hacer escobas y artesanías. Desgraciadamente las palmas ya escasean porque la falta de técnica que se traduce por la facilidad, hizo que en vez de cortar las ramas, cortaran toda la palma.
El poblado del Coco Viejo se encuentra a orillas del río Inírida y frente a la conjunción del Guaviare y del Inírida. El Guaviare trae aguas “blancas” y el Inírida “negras”. De ello hablaremos más adelante.