Hay días en los que ni los antidepresivos ayudan, como ayer. Despertarse y escuchar que la Cámara de Representantes aprobó la Reforma Tributaria en la madrugada, tal cual como trabajan muchos ladrones y cuando la mayoría de ciudadanos dormíamos. Esos 158 artículos buscan financiar al Estado a través de más impuestos a la clase media y reducirlos a empresas como las farmacéuticas. Compañías que, de acuerdo a la publicación financiera Portafolio, el año pasado movió $14,6 billones y “sería uno de los sectores con mayores oportunidades de crecimiento en el largo plazo, pasando a facturar $63,4 billones a 2032 en el país”.
Una riqueza que, según el modelo económico neoliberal, debería “derramarse” sobre los diferentes sectores de la sociedad, pero que en realidad se acapara en un pequeño y cerrado círculo.
Pero que solo fuera esa noticia. Es que fue una semana sin albricias. Desde las fosas comunes con los mal llamados “falsos positivos” en Dabeiba (Antioquia) hasta la desatinada carta al papa Francisco, firmada por Su Santidad, el presidente de “Polombia”, Iván Duque. Incluso los desatinos con los afiches de la próxima Feria de Manizales, que solo evidencian una lucha de egos y falta de comunicación entre el alcalde saliente y el entrante. Un par de caprichosos.
Lo que más me desinfló, sin embargo, fue el pliego de peticiones entregado por el Comité Nacional del Paro al Gobierno. Pasaron de 13 puntos ¡a 104! Lo transformaron en un árbol de Navidad al que no pararon de colgarle cosas. Un digno competidor a los proyectos de ley que pasan por el Senado y a los que le meten micos para beneficiar a unos pocos. Una vergüenza que rebaja el clamor de una Colombia cansada de que sus líderes les mamen gallo.
Estas situaciones hacen de esta nación un lugar inviable. Pero vamos por partes…
La Reforma Tributaria es necesaria, siempre y cuando sea equilibrada. Cobrar más impuestos no es garantía de aumentar los ingresos para mejorar la situación de un país. Tampoco lo es condonar tasas a empresarios con el pretexto de que generen empleo. “América Latina es una región con una alta presión tributaria. Sin duda esta es una parte de la explicación de las bajas tasas de crecimiento y desarrollo en comparación con otros sectores del mundo”, establece la publicación Diario Retail Sudamerica Business. La clave está en recaudar, invertir en beneficio de las personas y generar confianza, no en robárselo. Ejemplo de ello es Nueva Zelanda, Canadá y los países escandinavos.
La macabra denuncia de las fosas comunes, con decenas de cadáveres víctimas, al parecer, del Ejército, es un logro de la Jurisdicción Especial para la Paz - JEP. Es la evidencia de que esta herramienta es importante para encontrar la verdad y revelar a quienes no les conviene que se conozca la barbarie de la Seguridad Democrática del gobierno de Álvaro Uribe.
Guardadas las proporciones, estas fosas comunes repartidas por diferentes partes del país, entre ellas cuatro en Caldas, recuerdan a las de los campos de exterminio de la Segunda Guerra Mundial y la propaganda nazi.
Y lo del presidente Duque, pues ahí no hay nada qué hacer. “Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana”, dicen que dijo el físico Albert Einstein.
Los optimistas dirán que, por fortuna, ya se acaba el año, pero el 1 de enero de 2020 vamos a estar igual o peor que el año que termina. Hay días en los que uno no debería ni despertarse.