Al economista estadounidense de origen húngaro, Milton Friedman, le adjudican la frase: “Nada es tan permanente como un programa temporal del gobierno”, sentencia que se cumple a cabalidad en Colombia. Lo vivimos con el impuesto temporal del 2 por mil, que tras 24 años ya va “temporalmente” en 4 por mil; y ese mismo año, 1998, el entonces alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, propuso una medida transitoria para descongestionar el tráfico capitalino mientras se ejecutaban las obras del Transmilenio: el pico y placa.
El sistema de transporte público masivo se construyó y la medida se mantuvo. No solo eso, se extendió en horario con el alcalde Antanas Mockus y se endureció con sus sucesores; Luis Eduardo Garzón incluyó a buses y taxis, y se inventó el pico y placa ambiental; el corrupto Samuel Moreno Rojas amplió la restricción durante todo el día; y actualmente Claudia López Hernández sumó a la lista los vehículos de carga pesada y restringió la movilidad de particulares que quieran ingresar a Bogotá durante los puentes festivos.
La norma que buscaba descongestionar las calles de la capital se extendió a otras ciudades del país y en ninguna se ha logrado el objetivo. Todo lo contrario, periódicamente los medios nacionales indican cómo la medida es un fracaso que solo parece beneficiar a los taxistas. “Hoy el panorama de movilidad en la ciudad (Bogotá) es lamentable, no sólo porque hay más automotores en las calles que provocan congestión vial, también por el mal estado de las vías, la inseguridad y la mala calidad del transporte público”, dijo la concejal bogotana Diana Diago el pasado 15 de marzo, tras dar a conocer que la compra de vehículos en esa ciudad, en lo que va del año, aumentó en un 7,6% y el de motos en un 35,9%, siendo enero el mes de mayor incremento en comparación con el mismo periodo del 2021.
Nada de lo anterior parece tenerse en cuenta y la norma sigue aplicándose como fórmula mágica para descongestionar las calles de carros. A partir de este lunes, Manizales regresa al pico y placa para vehículos particulares, con sus restricciones rocambolescas de horarios y sectores, que obligan al uso de calles alternas estrechas y en mal estado.
El alcalde de nuestra ciudad, Carlos Mario Marín, señaló que la medida será “temporal” y mientras se ejecutan las obras del intercambiador vial del barrio Los Cedros. En otras palabras, no se sabe por cuánto estará vigente ni qué agregados pueda presentar a capricho del burgomaestre y las presiones que le surjan de los transportadores.
Lo cierto es que el tráfico en Manizales está pesado. Cada vez hay más carros, más motos, más huecos; el servicio público desmejora en calidad y tiempos de desplazamiento, y la bicicleta no es una opción para todo el mundo. Las zonas de estacionamiento no son suficientes y la educación vial se fue al carajo. Abundan los mal parqueados, los buses no respetan los paraderos, los motociclistas están sin control y los viandantes por andenes acabados, llenos de obstáculos o invadidos por ventas ambulantes. No hay control, pero el pico y placa no es la solución.
Primero hay que retomar el control del espacio público. Trabajar en quienes se estacionan donde no deben (incluyendo esos carros de valores que pueden pasar largos y eternos minutos sobre las avenidas), hacer respetar los paraderos y poner en cintura a los motociclistas que creen poder meterse por donde les quepa el culo, arriesgando su integridad y los bienes de terceros. Luego hay que trabajar en el transporte público, en los buses sobre todo; en convencer a la gente de Autolegal, Socobuses, Gran Caldas y Serviturismo de que es imprescindible un sistema de transporte integrado. Es algo que las dinámicas de las urbes contemporáneas exigen.
Pero mientras insistamos en las restricciones de movilidad, en creer que más vías es mayor circulación, seguiremos creyendo que la respuesta está en medidas “temporales” del siglo pasado, como el pico y placa, y no buscar innovaciones en el transporte masivo de personas. Uno que sea atractivo, económico y cómodo; que invite a su uso. No esas chimeneas contaminantes, estrechas, mastodónticas y enfrascadas en la guerra del centavo.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015