La Torre del Cable
Señor director:
Quiero complementar un poco el excelente artículo del señor Francisco Gonzales Sánchez, publicado en el diario del lunes 5 de septiembre y hacer una necesaria rectificación.
Es un hecho que la torre No. 20 venía por barco desde Inglaterra, como lo hicieron todas las demás torres, sin embargo, por el volumen de materiales metálicos y su peso, viajó sola y nunca llegó a puerto colombiano. ¿Que un submarino alemán hundió el barco? ¿Que en realidad no fue embarcada? Hay varias conjeturas al respecto que no están suficientemente documentadas.
Lo que siguió fue que, faltando esa torre, la más alta del sistema, se procedió a diseñar y construir la torre en madera, maderas finas de la región, para no paralizar la obra.
Profesores de la facultad de arquitectura de la Universidad Nacional hicieron el “descubrimiento” y valoraron históricamente su hallazgo. Fue entonces cuando Marcelo Villegas y sus compañeros se acercaron a la Corporación Financiera de Caldas en procura de financiación para el traslado.
Viajé a Herveo en compañía de Francisco Javier Gómez Upegui, por entonces presidente de la Corporación (no mi colega Roberto Uribe Duque) y de Eduardo Arango Restrepo, miembro de la Junta Directiva y fue inmediato el entusiasmo para que la junta decidiera aportar los recursos de la financiera para el traslado. Lo demás ya está muy bien dicho en el escrito que comento y gracias a la tenacidad de Marcelo llegó ese hermoso monumento a Manizales.
Pablo Medina Jaramillo
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