Volvió el Bodhert lector de partidos, Once Caldas tuvo actitud, alzó vuelo, y el punto frente al Medellín fue abono importante en la pretensión de cupo hacia los cuadrangulares.

Con 18 unidades a falta de 7 fechas -en el entendido de que sean 30 para clasificar- requeriría 12 de 21, que son los que restan en casa con un calendario relativamente cómodo.

Sin duda iluminó la ruta, así esté por fuera de los 8, en una liga atípica con 4 eliminados ya, otros cerca de colgarse, y antirécord de Santa Fe con 13 salidas sin ganar.

Después de sendos triunfos sobre Santa fe y Rionegro, con más sombras que luces, antecedidos por 4 derrotas seguidas, la igualdad en el Atanasio es un bálsamo. Como en los viejos tiempos, mejorando del primero al segundo período y acertando en las variantes, con superioridad frente a un rival limitado, conservador y enredado.

Empate con sabor dulce por ahínco, imponiendo condiciones, protagonismo que había cedido por bajos niveles personales, falta de confianza, e indecisiones desde el banco.

Juego que se sufrió solo al comienzo por los intentos aislados del Medellín -sujeto a remates de Castro en distancia- pero que en términos generales fue controlado por Once Caldas.

Por encima inclusive del gol tempranero de Cano, al minuto 16, y de la expulsión de Velasco, al 62, sin que se desdibujara la figura, más el aporte de los ingresados.

Ménder y Reina una vez más fueron el revulsivo, y el remate alcanzó para la igualdad, y también para apreciar sociedades que son alternativas reales.

Nieto-Reina es una pareja para explotar, y Ménder que es un pelao, tanto en la anotación contra Rionegro como en esta, mostró aptitudes y dotes de clásico artillero.

Además hubo atrevimiento, excluir a Londoño -que no es del libreto del entrenador- funcionó, permitiendo entre otras espacio a Lewis para el centro que concluyó en gol.

Es más, creo que se animó tanto Bodhert que metió a Carreazo en lugar de Harlin, quien parecía la novedad lógica para cerrar el duelo, y esta vez le salió.

Momento de gracia, retornando por las raíces, con tesis ofensivas aunque falte peso arriba porque Darío está sacrificado en punta, y Gómez carece de profundidad.

Sé que cada partido es diferente, que el crecimiento grupal es determinante, y que es

función primordial de los líderes optimizar y aprovechar el talento humano.

Por eso interesante como se sale del bache, pero más valioso aún el compromiso, la entrega y la recuperación deportiva que está evidenciando el plantel.

Porque definitivamente en el fútbol es fundamental el colectivo, que es la suma de las individualidades, y la sensación es que Bodhert lo está encontrando.

7 puntos de 9 con formación constante indican que se está llegando al equipo base, y que hay sincronismo entre las finalidades del técnico y el respaldo de sus dirigidos.

En mi opinión sobra David Gómez, incluiría a Ménder García como 9, y tiraría a Darío Rodríguez al costado izquierdo, en lo que sería el once ideal.

Con mayores alternativas de ataque, desbordando por las bandas y con amplitud de cancha, que no se tiene sobre la izquierda por las características de Gómez.

Un cuadro solidificado en defensa, con Ortiz ubicado, Guzmán firme, Nieto inmenso y Juan David dinámico, como piezas clave en ese plan de tener equilibrio.

Siguen en Palogrande, este lunes Envigado y el sábado Jaguares, que sin meter presión indebida, deben suponer paso concluyente rumbo al objetivo.

Hasta la próxima…