Las puertas de la presidencia de Riduco siempre están abiertas, dice Carmenza, la secretaria de José Fernando Rivas Durán, cabeza visible de esta compañía manizaleña que lleva 43 años produciendo partes metálicas y plásticas para la industria de electrodomésticos, hogar, oficina, ferretera y automotriz.
Es constante la entrada y salida de empleados que le llevan algún documento para su firma o le muestran nuevas piezas plásticas para que él las revise antes de comenzar a producirlas.
Con ese aire descomplicado, al que se le sumó una pinta cómoda de saco pero sin corbata, Rivas Durán atendió el pasado jueves en su oficina a NEGOCIOS, para consultarle sobre su historia como empresario y la medalla Honor al Mérito 2011 que le otorgó la Cámara de Comercio de Manizales por su aporte al desarrollo de la ciudad.
Aunque advierte que no es muy bueno para hablar, la sola mención de sus comienzos en la empresa llevan a un relato rico en detalles y anécdotas sobre cómo fabricó la variada línea de productos de esta compañía y de los cuales hay una muestra afuera de su oficina. Se encuentran cajas de cerveza y gaseosa que usted probablemente tuvo en su casa; partes plásticas donde usted guardaba alimentos en su nevera, y hasta un bómper y el tablero frontal de un vehículo que miles de personas manejan.
La inquietud
- ¿Cuánto tiempo lleva en la empresa?
Llevo haciendo empresa 48 años, desde 1964. Terminé bachillerato en 1962 y de 15 años me fui a estudiar ingeniería mecánica a la UIS en Bucaramanga, pero luego me pasé a la Boliviariana de Medellín. A finales de 1964 mi papá me llamó y me dijo que se iba a dedicar a la joyería y que iba a vender un pequeño negocio que tenía, y que consistía de un torno, una troqueladora, un cepillo y un taladro. Le dije que no vendiera y que yo me venía a manejar el negocio. Comencé con metalmecánica y algunas cosas de juguetería, pero me dediqué a buscar productos que no se vendieran solo en una época del año. La sociedad Riduco la organicé en 1969.
- ¿Cómo era el entorno en ese momento para crear empresa?
Era muy difícil y además yo no tenía plata. Comencé a hacer herrajes de argolla para folders de estudiantes y como no había dinero para comprar material por tonelada, me tocaba irme a las ferreterías de San Victorino en Bogotá. Los pocos rollos que conseguía los montaba en un camión de El Tiempo que viajaba a Manizales. Yo esperaba que saliera el periódico a las 11:30 p.m. y ahí me venía, incluso algunas veces me tocó irme en la parte de atrás. Después de las 5:00 de la mañana llegábamos a Manizales, descargábamos el periódico y me iba a dormir unas tres horas para volver a trabajar.
- ¿Cuándo empezó a crecer Riduco?
Comencé a producir artículos de oficina y para estudiantes que eran más estables. Antes me tocaba hacer los productos y llevarlos todos los días a Pereira donde un empresario amigo. Me iba en un Volkswagen que tenía, le quitaba el asiento delantero y los traseros y llenaba el carro de cajas, entonces bajaba las piezas que producía en el día y traía lo que me habían cromado. Luego compré una máquina propia e hice negocios más grandes.
- ¿Cómo escogía qué productos fabricar?
Siempre he sido muy inquieto y me gusta viajar. En 1979 un familiar que vendía productos del campo planeó viaje a Japón y me le pegué para ver cómo era el desarrollo en un país industrializado. Conocí varias empresas de Suzuki y Mitsubishi y me traje un concepto de hacia dónde estaba el futuro. Encontré entre los productos de oficina unos folders de lámina rígida de plástico que no se conocían por acá y los comencé a desarrollar. Le ofrecí el producto a Carvajal, le vieron futuro y comenzamos a crecer muy rápido.
- Luego aparecieron los contactos con Mabe y otras grandes compañías...
Mabe antes era Inarca y le fabricaba algunas piezas metálicas. Primero fabricaban neveras Kelvinator y después la vendieron a Phillips. Compré las primeras inyectoras de plástico y comencé a fabricar asientos y manillas para triciclos. Luego vi que había posibilidades con Phillips y entonces miré qué productos estaban mandando hacer, y les ofrecí el servicio. Después llegó Mabe y hubo un crecimiento mucho más grande en el trabajo con plástico que tenía más futuro, pero sin dejar el metal.
- ¿Y con Bavaria?
La idea nuestra fue fabricar partes para las necesidades de empresas grandes, entonces luego trabajamos con Varta y Bavaria con quien tuvimos un negocio muy grande de reposición de cajas. También fabricamos piezas a Corona, a Kimberly y exportamos dispensadores de papel y otras piezas a seis países.
- ¿Cómo llegaron a trabajar con el sector automotor?
La posibilidad de trabajo con Renault la analizamos muchos años porque la inversión era muy alta en moldes para los carros de esa época. Ya la propuesta maduró cuando comenzaron a crecer más los volúmenes de producción de ellos y hoy nos han dado más piezas para fabricar al ver que somos competitivos.
Mejorar las vías
- ¿Qué opina de la industria de Manizales?
Veo algunas industrias con innovación y otras que están retrocediendo un poco. Pienso que hay que invertir en maquinaria y tecnología, hay que estar pendiente de los desarrollos tecnológicos y de las nuevas posibilidades para una empresa y no esperar a que se acabe el negocio del todo.
- ¿Tuvo o tiene negocios con Venezuela?
Yo trabajaba con Legis allá y desde hace un tiempo vi que se podrían presentar problemas en este país y decidí que ellos manejaran las exportaciones y recibir más fácilmente los pagos. Sin embargo, nos afectó indirectamente cuando Mabe tuvo inconvenientes con la producción y nos tocó perder unos empleos.
- ¿Qué obras son prioritarias en Caldas?
Aquí hay que mejorar las vías y ponerlas de doble calzada, para que los camiones de carga se demoren menos y consuman menos combustible. Nosotros invertimos en camiones propios para poder cumplir a tiempo con nuestras entregas y seguimos tratando de generar el empleo aquí a pesar de los altos costos de transporte que tenemos.
- ¿Han pensado en trasladar las operaciones a otras ciudades?
He tenido muchas presiones para montar una fábrica cerca de Medellín para facilitar el envío de las piezas grandes para Renault. A diario mandamos seis tractomulas con piezas de ensamble y en un mes más van a ser ocho. Cuando hicimos las cajas para Bavaria yo despachaba 14 tractomulas diarias y cumplimos a cabalidad a pesar de los costos de transporte, entonces también me han dicho que monte la empresa cerca de las plantas de ellos. Algún día habrá que hacer algo porque tenemos que ser más competitivos. Esperemos a ver si nos mejoran las vías y nos bajan los costos.
- ¿Cómo ve la apuesta del Gobierno por la ciencia y la innovación?
Creo que está bien enfocada. Además pienso que el 20% del impuesto de industria y comercio debería usarse para que en Manizales se impulsen los pequeños empresarios. Ojalá también se dieran incentivos, se rebajaran impuestos o se faciliten terrenos para que surjan nuevas industrias que generen empleo, porque la ventaja de la ciudad es su gente que es muy recursiva e inteligente, como lo han dicho los extranjeros que vienen a la empresa.
Transición
- ¿Sus hijas siguen con el negocio familiar?
Andrea es la gerente general e Irene es la gerente técnica. Tienen dos ramos con mucho trabajo y cada una maneja diferentes compañías. Sin ellas, Riduco no habría tenido el crecimiento de los últimos años y la idea es que con el tiempo sigan con el negocio a ver si me retiro algún día, o por lo menos dejo de trabajar un poco. Pero yo ya tengo la tranquilidad de que ellas pueden seguir al frente si uno falta en algún momento.
- ¿A qué se dedica en el tiempo libre?
Me gusta viajar e ir a ferias para actualizarme y ver si estamos haciendo las cosas bien, para dónde vamos y qué cosas nuevas están saliendo. Antes jugaba un poquito de tenis y golf pero los fui dejando un poco. Ahora me voy a la finca un fin de semana a descansar y me tomo la vida más despacio.
Perspectivas comerciales
Riduco cuenta con cerca de 550 empleados y con dos plantas. Una dedicada a la línea de productos plásticos para electrodomésticos, oficina y hogar, y la otra enfocada en las piezas para el sector automotor que ha crecido mucho en los últimos años y que se nota en la ampliación con nuevas bodegas que ha tenido la fábrica en La Enea.
“Hemos hecho inversiones muy altas en unión con Renault. Ellos en los moldes y nosotros en maquinaria y robots para producir las piezas para el Clio, Sandero, Logan y ahora para la Duster que tenemos mucha fe en que va a crecer mucho, si el Gobierno lo permite con esos TLC que son riesgosos como el de Corea, porque es competir con empresas subsidiadas y que no quieren invertir aquí”, afirmó José Fernando Rivas Durán, presidente de Riduco.
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