NEGOCIOS|LA PATRIA
Los Tratados de Libre Comercio (TLC) se pusieron de nuevo en el ojo del huracán por el supuesto impacto que han generado en la agricultura y en la industria nacional.
La firma y puesta en marcha de los acuerdos son en buena parte la causa del paro nacional reciente, que empezó el 19 de agosto pasado y que se extendió por 20 días.
Sin embargo, el ministro Sergio Díaz-granados es enfático en defender los tratados, pues asegura que no se les puede culpar de las dificultades de estos sectores, que tienen una causa estructural.
En diálogo con NEGOCIOS y en rueda de prensa, durante su visita a Manizales, Díaz-granados ratificó que es fundamental la apertura e integración a los mercados mundiales para terminar con la pobreza y el desempleo. Además, explica en qué van los proyectos turísticos en Caldas y advierte que estos se verán concretados solo en unos años.
-Los industriales cuestionan los TLC, pues hay sectores a los que no les ha ido muy bien...
Los acuerdos hay que verlos como una estrategia necesaria para que Colombia se integre al mundo, al mercado externo y siga creciendo. Un emblema nuestro como el café le dio gran aporte de prosperidad al país, pero necesitamos seguir en esa dinámica, con nuevos productos, nuevos bienes y nuevos servicios. Los TLC no son un fin, son un medio, son instrumentos para conquistar los mercados internacionales. Caldas necesita estos acuerdos para seguir impulsando sus exportaciones, pues cuando ha tenido reveses ha sido por cuenta de los mercados externos, como lo que ocurrió con Venezuela, que en el 2009 y el 2010, que le dejó grandes pérdidas a las empresas industriales de Caldas. Por eso los acuerdos son necesarios. Queremos que la economía siga floreciendo.
- ¿Qué decirles a quienes aseguran que los acuerdos afectan las empresas nacionales?
En la discusión de los acuerdos siempre hay preocupaciones en sectores específicos, pero mi mensaje es que son más los que se están beneficiando. Las exportaciones industriales están creciendo y las no mineras también. Esos exportadores son los que le dan la capacidad para que la economía se transforme. Por eso hay que desmitificar lo que se dice con tanta mordacidad, insistencia y obsesión sobre estos acuerdos que apenas empiezan. Estos no son los responsables de unas deudas casi seculares que tiene el país con el campo colombiano. Por el contrario, los TLC pueden ayudar a transformar la economía para que esos productos sigan su rumbo, pero algunos pretenden politizar y cargar el debate electoral con un mensaje negativo. Los números están a la vista y esperemos que el rigor de estos impida que haya eco en las tesis que se vienen promoviendo de cerrar la economía colombiana.
¿Quiere decir que no hay posibilidades de una revisión a los TLC?
No hay necesidad de revisarlos, porque no son las razones de los problemas. Cuando se protesta porque están caros los insumos, elevado el precio de la gasolina, son altos los fletes, o por la necesidad de más acompañamiento en las vías terciarias, nada de eso tiene que ver con los acuerdos comerciales. Cómo los vamos a culpar, por ejemplo, al acuerdo con la Unión Europea, que tiene un mes en vigencia, por las circunstancias de la papa, cuando no está prevista la importación de papa fresca de Europa a través de ese acuerdo. Es el despiste de muchos para hacer política. Hay que mirar atrás para darse cuenta que este país necesita la integración internacional y económica si quiere dejar el desempleo y la pobreza atrás.
- La industria de Caldas también ha expresado su temor frente a acuerdos como el TLC con Corea ¿qué opina?
Tengo la impresión de que el departamento aumentará la capacidad económica. México es de los mayores exportadores de electrodomésticos en el mundo y hay acuerdos de comercio, al igual que en Brasil, y Colombia ya afronta una competencia. Lo otro es un mito que se creó alrededor del mercado de vehículos. Cuando Colombia negoció con México el TLC, se dijo que esto iba a hacer un desastre para la industria automotriz y oh sorpresa, pues Colombia exportó el año pasado 165 millones de dólares en vehículos. Como todas las economías tenemos ciclos, pero aún en esa coyuntura sigue teniendo cierto dinamismo. Construir mitos es muy fácil y nos toca esperar hasta 20 años para demostrar que no es así. La industria colombiana está vivita y coleando. Decir que en 15 años no habrá producción de electrodomésticos nacionales es falso. Esto depende de las capacidades de los directivos de las empresas. Además, el TLC llevaba más de 10 años de protección de electrodomésticos, ese es el tiempo en el que se debieron preparar las empresas para competir.
- ¿En qué van los planes turísticos para Caldas?
El de la fonda arriera en Salamina lo presentamos hace tres meses y va para licitación. Aspiro a que para el primer trimestre del 2014 esté en funcionamiento. Igualmente estamos trabajando en la restauración del teatro de Salamina y en el hotel. Hemos puesto la disposición del Fontur, pero faltan trámites en la Alcaldía de Salamina y en la Gobernación. Hay que estructurar el proyecto de restauración del Cristo de Belalcázar. Para muchas iniciativas van a pasar años antes de verse cristalizadas, pero tenemos que asignar los recursos para la estructuración de planes. Entre Salamina y Aguadas se invierten $3 mil millones, pues están en la red de Pueblos Patrimonio. Lo que sigue en Belalcázar es un trabajo entre la Gobernación, la Iglesia, propietaria del lugar, y la Alcaldía para definir el uso turístico.
- ¿El Gobierno cómo apoyará a los industriales y a los comerciantes afectados con el paro agrario nacional?
Los bloqueos de vías, más que los paros, tuvieron una incidencia en la economía nacional, tanto en exportaciones como en producción de bienes y ocupación hotelera. Hemos revisado la ocupación hotelera y hay zonas del país que se afectaron, caso Nariño y Boyacá. Para esto estamos tratando de promover iniciativas de promoción, conversando directamente con los empresarios afectados, para ver de qué manera podemos ayudarles para que no retrocedan.
La ocupación hotelera en Caldas no retrocedió, a pesar del efecto del paro cafetero de marzo. De hecho, entre enero y junio este indicador creció 1,6%, además de que creció el número de pasajeros en el aeropuerto. El reto ahora es seguir impulsando el desarrollo del turismo en el departamento y para ello debemos concentrarnos en labores de competitividad turística, en obras de infraestructura, de las cuales ya hay algunas curso y otras en licitación.
Hoy se firmará en Bogotá el acuerdo entre la Gobernación de Caldas, la Cámara de Comercio de Manizales, la Alcaldía y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo para la apertura de un Micitio en la ciudad. Sería el segundo, pues en Armenia inauguraron una hace una semana.
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