Metal Center una empresa bogotana con alma caldense

NEGOCIOS | LA PATRIA

Metal Center es una empresa comercializadora de productos siderúrgicos y materiales de construcción que aunque es de Bogotá, tiene alma caldense.

No solo porque surgió de la alianza de dos compañías con dueños originarios de Pensilvania (Caldas), sino porque un 70% de sus 31 empleados, incluido su gerente general, Jairo Andrés Ramírez, también provienen del departamento.

“Nos ha gustado mucho impulsar la gente de nuestra región porque confiamos en ellos, conocemos su trabajo y tenemos afinidad y familiaridad con ellos”, expresó el ejecutivo, que es economista empresarial de la Universidad Autónoma de Manizales.

Además de esta confianza en los empleados de la región, Metal Center también se destaca porque ha logrado ganarse un espacio importante en el mercado ferretero de Bogotá y el oriente del país, alcanzando por ejemplo ventas cercanas a los $20 mil 500 millones el año pasado.

NEGOCIOS habló con Jairo Andrés Ramírez sobre las perspectivas de la compañía.

- ¿Cómo surgió Metal Center?

Nació en el 2000 como una alianza del grupo Armetales de Manizales y el grupo Metaza de Bogotá, que unieron su experiencia de más de 30 años en el sector ferretero. Por un lado Armetales, conocedora de la construcción, y Metaza, con conocimiento del mercado del centro del país. Asumí la gerencia hace seis años, pero casi que “fundé” la compañía porque hace 12 años dejé mi trabajo en Armetales en Manizales para manejar la parte comercial de la organización para luego llegar a la gerencia.

- ¿El mercado en Bogotá es muy competido?

Sí porque hay muchos jugadores haciendo lo mismo, pero poco a poco nos hemos ganado un espacio importante en el mercado del centro oriente del país pues atendemos la subdistribución en Bogotá, Huila, Tolima, Cundinamarca, Boyacá y en los antiguos territorios nacionales como Meta, Casanare, Arauca, Putumayo, Guaviare, Vichada, Vaupés y Caquetá. Para llegar a estas zonas aprovechamos el conocimiento de Metaza de esta región y tuvimos la oportunidad de tener unos buenos clientes y de montar un buen sistema comercial en la zona.

- ¿Cómo lidiaron con las dificultades en vías para llegar allí?

La logística es muy compleja no solo por el estado de las vías sino también por el orden público, y nos ha tocado tener mucho cuidado y asesorarnos de los clientes de la zona que son los que saben como se mueve la región. Allí también el invierno deja inservibles las carreteras en algunos momentos del año, entonces nos toca hacer la logística por ríos llevando la mercancía a Puerto López y Puerto Inírida, por ejemplo.

- ¿Cuáles son las perspectivas de la empresa?

Nuestro objetivo claro es desarrollar muy bien esta zona y como somos parte de otras empresas que tiene presencia en varias regiones del país entonces tenemos cubierto el Eje Cafetero, el Valle y demás, por lo que estamos focalizados en el centro oriente de Colombia. Ahora las estrategias están más inclinadas hacia abrir puntos de venta locales y más adelante regionales para brindar atención directa a los clientes. Nuestra gran fortaleza es la subdistribución y la venta a depósitos y ferreterías de pueblos, ciudades y barrios, y hace un mes tuvimos la apertura de un punto de venta en la zona del 7 de agosto de Bogotá, con la esperanza de que nos vaya muy bien para que en el próximo año podamos abrir otros dos puntos más.

- ¿Qué resultados tuvieron en 2011?

Esta compañía arrancó de cero en Bogotá aunque tuviera unos socios que conocían el mercado de acá, entonces el proceso de hacernos conocer no fue fácil y casi que maratónico. Además comenzamos en una época difícil porque veníamos de una crisis tremenda en 1999, pero hoy el resultado es una compañía que ha logrado obtener una parte importante del mercado y con unas ventas en 2011 cercanas a los $20 mil 500 millones.

- ¿Cómo les fue en el primer trimestre?

El panorama de 2012 se ve un poco más nublado. Estamos en una situación de baja de precios que ha hecho que las ventas y los márgenes de ganancias estén bajos, pero nuestra filosofía, como la de la mayoría de las empresas, es siempre generar utilidades para nuestros socios y satisfacer su inversión.

- El TLC con Corea, ¿cómo lo ven?

Nosotros analizamos la importancia de estos tratados comerciales más como oportunidad que como amenaza. La apertura económica nos dio la posibilidad de conocer nuevos mercados y ver que existían muchas alternativas de conseguir mercancía en otros países. Nosotros como comercializadores no estamos tan afanados como los productores por el TLC y para nosotros se vuelve una alternativa importante porque por ejemplo hoy estamos importando producto de Perú, ya que la logística es muy fácil porque son solo dos o tres días de navegación, en comparación de los 15 desde Norteamérica, o los dos o tres meses desde Europa. Encontramos unas fábricas interesantes y desde el año pasado estamos trabajando con ellos.

El traslado

- En su caso, ¿fue duro el salto a Bogotá?

Claro porque la comodidad que se vive en Manizales contrasta mucho con los afanes, trancones e inseguridad de Bogotá, pero a su vez esta ciudad da muchas oportunidades, ayuda a abrir la mente, a crecer como persona y empresario. Obviamente conservo mis raíces caldenses, adoro la región y cada mes viajo a las juntas y a visitar a mis papás, pero Bogotá me ayudó a crecer laboral y económicamente.

- ¿Qué opina del desarrollo industrial de la ciudad?

Uno quisiera ver a Manizales con un desarrollo mucho mayor, aunque veo que están llegando varias cadenas comerciales de renombre y se están haciendo obras importantes que permiten que la ciudad salga del letargo en infraestructura en que se encuentra, en especial esperando que se concrete lo del aeropuerto. En lo industrial la ciudad tiene unos empresarios muy importantes que han jalonado mucho a la ciudad, y ojalá poco a poco el tema político se vaya enderezando para construir una mejor Manizales.

Más unidad para el gremio ferretero

Jairo Andrés Ramírez, gerente general de Metal Center, considera que en el sector ferretero no hay una gran asociación que vele por los intereses de sus empresarios, aunque no desconoció la ayuda de asociaciones como Fedemetal y la misma Andi. “Este sector es el que más le aporta al de la construcción, el cual casi que es el principal indicador de si le va bien o mal al país, porque si no hay construcción no hay desarrollo ni empleo, entonces a veces nos gustaría tener una presencia gremial más fuerte y que el sector se vuelva uno de los consentidos del Gobierno”.