La revaluación pone a restar a los industriales

NEGOCIOS|LA PATRIA

La revaluación del dólar sigue frenando a los empresarios. En Manizales el grupo Siteco, que fabrica partes metalmecánicas en la zona industrial, ha tenido que parar planes de exportación pues las cuentas no les dan. Germán Olarte, representante de la empresa, dice que a esto se suma que, aunque no son exportadores, suministran materiales a organizaciones que sí sacan sus productos del país, por lo que dependen de las ventas de esas industrias. "Es muy complicado competir con ese precio del dólar. Estábamos haciendo análisis para exportar productos, pero se nos acaban poco a poco las ilusiones, no nos dan las cuentas, y lo más triste es que no vemos posibilidad de que el dólar se vuelva a ubicar en los niveles de hace unos años", expresa el directivo. Por esta situación pasan varias industrias caldenses cuyo mercado principal está en el exterior. Por eso Olarte asegura que le apuestan al mercado interno.
Desde el 8 de diciembre del 2012 el dólar no pasa de los $1.800, lo que representa pérdidas para la industria exportadora en el país, no solo porque reciben menos dinero por sus productos, sino porque se vuelven poco competitivos.
Los empresarios recuerdan que hace cinco años el dólar alcanzó los $2 mil 600 e insisten en que el Gobierno Nacional y el Banco de la República deben tomar más medidas para frenar la revaluación, pues ahora está cerca de los $1.790. Las más recientes disposiciones para tratar de controlar la situación se dieron en la primera reunión de la Junta del Emisor: se amplió la compra de dólares y bajaron la tasa de interés de 4,25 % a 4 %.
Solo entre febrero y mayo el Emisor, según anunció hace una semana, comprará US$3 mil millones a través de compras diarias no inferiores a US$30 millones. El banco venía adquiriendo US$20 millones diarios, lo que significa que mensualmente pasará de comprar US$500 millones a una cifra no inferior a US$750 millones.

Por aumento del flujo
Alejandra Molina, coordinadora del programa de Economía de la Universidad Autónoma de Manizales, explica que el bajo precio del dólar se da por el aumento de flujos de dólares que ingresan al país y por la venta de materias primas, como el petróleo en el caso colombiano. "Esto es lo que llaman Enfermedad Holandesa. Las medidas que ha tomado el Gobierno habían sido efectivas en el pasado, pero ahora no han dado abasto por la cantidad de flujo de capital, a veces por los llamados capitales golondrina, que son empresas que vienen de afuera, invierten y se llevan la utilidad, por lo que dañan el mercado", explica la analista.
Indica que la revaluación tiene efectos para los empresarios porque aunque se benefician de las importaciones, tanto de productos como de materias primas, se perjudican las ventas en el exterior, que son la base de las grandes industrias en el país. "El Gobierno ha querido volver más atractivo el país para la inversión, pero ese es el resultado".
Aunque el Gobierno niega que haya Enfermedad Holandesa, el economista José Antonio Ocampo aseguró en una entrevista al diario La República que sí se está dando el fenómeno, y que la fiebre es de 40 grados centígrados. Añadió que la reforma tributaria tendrá un efecto positivo sobre los sectores más intensivos en mano de obra, ya que les reduce los costos laborales. "Fue una medida positiva, pero hay que hacer algo mucho más agresivo en materia de desarrollo y de política industrial". Incluso, Ocampo sugirió que es tiempo de pensar en dividir de nuevo el Ministerio de Comercio Exterior, que también integra industria y turismo. "Uno no puede tener la política industrial totalmente subordinada a la política de comercio; eso es un grave error".

Las tasas deberán seguir bajando
Marcel Hofstetter, coordinador del programa de Economía de la Universidad de la Sabana, en Bogotá, dice que está de acuerdo con las medidas del Gobierno, pues el diferencial hace que la entrada de capitales sea muy grande. "Lo otro es intentar que Ecopetrol y el Gobierno no se endeuden en el extranjero, y lo tercero, la compra de dólares del Banco de la República. Queda un margen para el control de capitales que no es saludable para una economía que pretende ser emergente y líder", dice Hofstetter.
El académico cree que el Gobierno tendrá que seguir disminuyendo las tasas de interés para que los empresarios no se endeuden en el exterior, sino que tomen créditos del mercado interno. "Lo que no nos han explicado es por qué la tasa de cambio está tan baja. Se ha especulado sobre el lavado de activos, pero el ministro de Hacienda dice que esa no es la razón, y si hablamos de narcotráfico, pues toda la vida lo hemos tenido, entonces tampoco creo que sea la razón", sugiere Hofstetter.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, descartó en un comunicado de la semana pasada que el lavado de activos sea el que tiene el dólar tan bajo, afirmando que “lo que ha pasado en los últimos días ha sido percepción de que Colombia está inundada de divisas, que el país está demasiado holgado en esa materia”.
Según Cárdenas, para complementar las compras del Banco de la República el Gobierno se compromete a que los recursos de las emisiones o de financiamiento externo se quedarán en el exterior. Adicionalmente solicitan a la junta de Ecopetrol que toda la financiación que se requiera este año se lleve a cabo en el mercado interno.
La esperanza está puesta en el compromiso del Gobierno de enfrentar con toda su artillería la revaluación, como lo ratificó el ministro el miércoles pasado en su visita a Chinchiná. Mientras tanto, la industria siente un retroceso en sus políticas de exportación y los beneficiados seguirán siendo las economías extranjeras, en donde se endeudan los empresarios colombianos.

Anif también habla de Enfermedad Holandesa
La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) también advirtió a finales de enero pasado sobre la Enfermedad Holandesa, "que está acelerando nuestra desindustrialización". Dice que la única manera de combatirla es incrementando la productividad multifactorial. "En particular debemos continuar trabajando en adoptar políticas salariales y de contratación laboral más flexibles, para reducir el costo laboral unitario; acelerar la dotación de infraestructura, especialmente la de transporte intermodal; y aumentar la calidad de la educación práctica y con énfasis en la ingeniería productiva".