Las crisis por falta de agua y gas, y las alertas del Volcán Nevado del Ruiz, no solo redujeron las visitas a Manizales y Caldas, sino que pusieron a las autoridades en turismo a replantear las estrategias para promover la región.
Su tarea ahora es poner la mirada en los atractivos de los municipios. Luis Felipe Díaz, líder del grupo de investigación del Grupo de Investigación en Gestión y Administración Turística (GIGAT) de la Universidad Católica de Manizales, habló con NEGOCIOS sobre las tareas que se han propuesto.
Por la calidad, no por las masas
Se dice que falta aprovechar más las riquezas turísticas de Caldas ¿Qué fortalezas se tienen para esto?
Caldas tiene potencial en la mayoría de los 27 municipios. Hay una vocación para trabajar, pero para hacerlo se necesita coordinación privada y pública. Debe haber una unión para que los recursos estén bien aprovechados. La naturaleza es nuestro potencial. Si vemos el plan de desarrollo este habla de cuatro pilares: el avistamiento de aves, la red de ecoparques, y el termalismo. Además se le va a apostar a la reserva Miel, para hacer turismo responsable, no de masas. Hace unos días tuvimos una visita de una española, de Santiago de Compostela que decía que solamente el paisaje, la gastronomía son productos y no los vemos.
¿Qué falta entonces para desarrollarlo esta actividad?
Aquí llegan miles de estudiantes, hablamos de unos 60 mil, una población flotante que debemos aprovechar, pero no conocemos el perfil y la demanda del turista. En el caso de los estudiantes debemos saber, primero por ejemplo, qué consumen, pues si lo sabemos, podremos planificar mejor. Es lo que se llama turismo estudiantil, y si trabajamos juntos, podremos dinamizar mucho más la ciudad.
¿Por qué dice que es mejor no pensar en turismo de masas?
Si nos remitimos a la Costa Atlántica en una temporada alta la gente no disfruta, se vuelve amargo el paseo y aumentan los costos. La gente disfruta más en grupos pequeños, controlados, con menos ruido, menos contaminación. Estamos sensibilizando a los ciudadanos de que hay destinos que vale la pena visitar y se puede hacer con calidad.
¿Qué aporte está haciendo la Universidad Católica para esa planificación en turismo?
En el pénsum los estudiantes cuentan con investigaciones que miran cómo está el turismo. Además, tenemos el mismo GIGAT, que mira las tendencias y los fenómenos que se presentan en el mundo. Se busca además cómo hacer sostenibles en el tiempo los recursos naturales, pues si se intervienen ya no se puede recuperar. Nos tenemos que integrar la academia y los medios, no solo las instituciones gubernamentales o gremios. Entre todos tenemos que promover los lugares de nuestra región.
Las propuestas
¿Cuáles son las tendencias de las que usted habla, cómo han cambiado los gustos de los turistas?
Todo el que venía iba al parque natural Los Nevados. El cierre nos puso a replantear qué más podemos ofrecer. Lo de avistamiento de aves es algo muy interesante que muchos extranjeros quieren disfrutar. Lo otro es que muchos manizaleños no conocen su ciudad, ni sus productos. Tenemos que pensar en estrategias para que los ciudadanos se apropien de los atractivos, que hablen bien del destino. La gente viene a termalismo, turismo de salud, a conocer la naturaleza, además el buen comer. Antes solo hablamos de las mujeres porque se preocupaban mucho por su cuidado de su cuerpo, pero ahora los hombres también lo hacen.
¿Qué espacio se le está dando al campo?
Esta es otra área para trabajar, el turismo comunitario, en el que se visitan las veredas. Estas se reúnen para mostrar sus productos y venderlos. Hay que apropiarnos más del campo, que la gente lo visite, que conozca las cadenas productivas, que los campesinos muestren sus productos. Para esto se han creado rutas como la del Cóndor, por Villamaría; la de los Volcanes, que es una visita científico; la de arriería, la del café. Mediante estas se dinamizan los destinos.
¿Qué se está haciendo para promocionarlo?
Entidades como el Sena, Corpocaldas, la Chec y Atec van mucho a las veredas para sus actividades e implícitamente hablan del turismo. Es una oportunidad para que la gente conozca estos paisajes. Esa comunidad debe ser bien manejada para no saturarlos, son vulnerables. Es un proceso de planificación, porque necesitamos que se conserve la cultura de ellos. Cuando hablamos de Paisaje Cultural Cafetero nos referimos a la cultura, no solo es el café, es la gastronomía, la arquitectura, los mitos y leyendas. Lo ideal es que las comunidades, con una capacitación básica que se les dé, estén preparadas para recibir grupos pequeños.
Tres policías para Caldas
Luis Felipe Díaz, líder del grupo de investigación del GIGAT, explicó que si se remiten a la ley 1551 de turismo, el organismo encargado de velar por la seguridad es la Policía, pero es en la actualidad solo hay 3 para 27 municipios, aunque se necesitan más, pues se cuenta con varios municipios representativos para el turismo como Salamina y Aguadas. “Lo que queremos es que todos los policías estén capacitados en turismo, porque cuando uno va a visitar un destino se remite a ellos para pedirle información. Ellos, los botones y los taxistas son cargos clave en turismo. Un policía que conozca los sitios informa mejor. Necesitamos más policías para que haya regulación, agencias piratas, prostitución de niños que se van generando a medida que se fortalece el turismo”.
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